El aprender a pensar es un proceso didáctico intencional que consiste en la creación, estimulación y movilización por parte del que aprende de recursos cognitivos que le permiten hacer frente a situaciones de aprendizaje variadas.
Para ello es imprescindible que los docentes introduzcamos en los procesos de aprendizaje una reflexión sistemática mediante técnicas y estrategias de pensamiento (rutinas y destrezas) que permitan:
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Una mayor y mejor actitud hacia la tarea.
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Una eficaz comprensión de la información.
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La transformación consciente de la información en conocimiento.
Una rutina de pensamiento es un modelo o patrón sencillo de razonamiento que ayuda a los alumnos a aprender a pensar.
Una destreza de pensamiento es realizar un tipo de pensamiento de manera cuidadosa con habilidad.
La diferencia entre rutina y destreza es que las destrezas están un poco más elaboradas y se apoyan en organizadores gráficos para hacer visible el pensamiento. Y las rutinas son patrones sencillos de pensamiento que pueden ser utilizadas una y otra vez hasta convertirse en parte del aprendizaje de la asignatura misma. Se pueden utilizar, o no, organizadores gráficos para su realización.
Para que la utilización de las estrategias de pensamiento sea efectiva es necesario entrenarlas de forma sistemática.