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Miércoles de fábula

Miércoles 11 de enero

El asno y su mal compañero. 

Un caballo joven y desconsiderado caminaba felizmente junto a un asno viejo, que iba muy cargado por los fardos y que había cargado su amo sobre su lomo. El asno, muy fatigado, imploró ayuda a su compañero, y este le dijo:

- Te pido, amigo, que me ayudes a cargar la mitad de lo que llevo encima, para ti sería como un juego, en cambio para mi sería un enorme servicio, ya que siento que estoy a punto de desmayarme.

Pero el caballo se negó a prestarle ayuda, riéndose del burro. Continuaron caminando, hasta que el asno no aguanto más y cayó desfallecido.

Al ver esto, el caballo se dio cuenta de lo mal que había actuado y ahora el amo, quitó toda la carga que transportaba el burro y la colocó encima de él.

Moraleja: Es preciso ayudarse mutuamente, porque si falta tu compañero su carga terminará en tu espalda.

Miércoles 18 de enero

Fábula sobre las falsa apariencias - El lobo con piel de oveja

 

 

Un lobo hambriento caminaba por el bosque buscando algo para comer. Cuando ya no podía más, se sentó y fue cuando tuvo una idea. Pensó:

- Si como lobo no puedo agarrar ni una sola presa, entonces cambiaré mi apariencia y con el engaño podré comer.

Y así fue lo que hizo el lobo para obtener su comida. Se metió en una piel de oPero su plan no ha salido como él esperaba.

Al atardecer, para su sorpresa, el lobo disfrazado de oveja fue llevado junto a las demás ovejas a un encierro, quedando la puerta asegurada.

En la noche, buscando el pastor su provisión de carne para el día siguiente, tomó al lobo creyendo que era un cordero y lo sacrificó al instante.

Moraleja: Según hagamos el engaño, así recibiremos el daño

Miércoles 25 de enero

Buscando la paz

 

 

Había una vez un rey que ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta. Muchos artistas lo intentaron. El rey observó y admiró todas las pinturas, pero solamente hubo dos que a él realmente le gustaron y tuvo que escoger entre ellas.

La primera era un lago muy tranquilo. Este lago era un espejo perfecto donde se reflejaban unas plácidas montañas que lo rodeaban. Sobre estas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas. Todos quienes miraron esta pintura pensaron que esta reflejaba la paz perfecta.

La segunda pintura también tenía montañas. Pero estas eran escabrosas y descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua. Todo esto no se revelaba para nada pacífico.

Pero cuando el Rey observó cuidadosamente, vio tras la cascada un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca. En este arbusto se encontraba un nido. Allí, en medio del rugir de la violenta caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en su nido...

- ¿Paz perfecta...?

- ¿Cuál crees que fue la pintura ganadora?

El Rey escogió la segunda.

- ¿Sabes por qué?

Explicó el rey: 'Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Paz significa que a pesar de estar en medio de todas estas cosas permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón. Este es el verdadero significado de la paz'.

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