Oración de la
mañana
Miércoles de fábula
MIÉRCOLES 8
El perro y el gato: Juntos es mejor (Valor de la amistad)
En un pequeño pueblo vivían un perro llamado Max y un gato llamado Tito. Aunque ambos vivían cerca, nunca se hablaban. Max pensaba que Tito era demasiado silencioso y solitario, mientras que Tito creía que Max era ruidoso y desordenado. Un día, una fuerte tormenta azotó el pueblo y dejó a todos sin luz. Max, que siempre guardaba su comida en un rincón del jardín, descubrió que la tormenta había arrasado con su escondite y no tenía nada para comer. Tito, que observaba desde su ventana, vio que Max estaba triste y decidió ayudarlo. Con su agilidad, trepó a un árbol donde había frutas maduras y las llevó para compartirlas con Max.
Al día siguiente, Tito quiso cruzar un río para buscar ramas secas, pero tenía miedo de caerse. Max, al verlo preocupado, le ofreció ayuda: “Súbete a mi lomo, yo te llevaré”. Tito aceptó, y juntos lograron cruzar el río. Desde entonces, Max y Tito se volvieron inseparables y descubrieron que, aunque eran diferentes, podían complementarse y ayudarse mutuamente.
Comentario:
La amistad nos enseña que no necesitamos ser iguales para ser buenos amigos. Los verdaderos amigos se apoyan y se cuidan unos a otros, especialmente en los momentos difíciles. Jesús nos llama a ser amigos de todos, respetando nuestras diferencias y construyendo relaciones basadas en el amor y la confianza. Un buen amigo siempre está dispuesto a ayudar y también sabe pedir ayuda cuando lo necesita. ¡Cuidemos nuestras amistades y agradezcamos a Dios por nuestros amigos!
MIÉRCOLES 15
Los gorriones del parque (Valor de la solidaridad)
En un parque vivía una gran familia de gorriones. Cada verano, disfrutaban del calor del sol y de los frutos que crecían en los árboles. Pero un invierno llegó una ola de frío tan intensa que los árboles quedaron desnudos y apenas había comida. Al principio, algunos gorriones intentaron buscar alimento por su cuenta, pero pronto se dieron cuenta de que era muy difícil. Uno de los gorriones más viejos dijo: “Si trabajamos juntos y compartimos lo que encontramos, todos podremos sobrevivir”.
Desde ese día, los gorriones formaron pequeños grupos para buscar comida. Algunos iban al suelo a buscar semillas, otros revisaban los nidos abandonados en busca de migas, y otros exploraban los arbustos más alejados. Cada noche, regresaban al árbol donde vivían y ponían en común todo lo que habían encontrado. Los más pequeños y débiles eran los primeros en comer, y los demás esperaban su turno. Cuando llegó la primavera, los gorriones estaban más unidos que nunca y comprendieron que la solidaridad les había salvado la vida.
Comentario:
La solidaridad es pensar en los demás, especialmente en los más necesitados. Nos enseña a trabajar en equipo y a compartir lo que tenemos, por pequeño que sea. Jesús nos invita a ser solidarios como Él lo fue, ayudando a los enfermos, alimentando a los hambrientos y escuchando a los que estaban tristes. Cuando somos solidarios, no solo ayudamos a los demás, sino que también nos sentimos más felices y agradecidos. Recordemos que un pequeño gesto puede hacer una gran diferencia en la vida de alguien.
Miércoles 22 de enero
“El águila y la tortuga”
Una tortuga que se recreaba al sol, se quejaba a las aves marinas de su triste destino, y de que nadie le había querido enseñar a volar.
Un águila que paseaba a la deriva por ahí, oyó su lamento y le preguntó con qué le pagaba si ella la alzaba y la llevaba por los aires.
- Te daré – dijo – todas las riquezas del Mar Rojo.
- Entonces te enseñaré a volar – replicó el águila.
Y tomándola por los pies la llevó casi hasta las nubes, y soltándola de pronto, la dejó ir, cayendo la pobre tortuga en una soberbia montaña, haciéndose añicos su coraza. Al verse moribunda, la tortuga exclamó:
- Renegué de mi suerte natural. ¿Qué tengo yo que ver con vientos y nubes, cuando con dificultad apenas me muevo sobre la tierra?
Moraleja:
Si fácilmente adquiriéramos todo lo que deseamos, fácilmente llegaríamos a la desgracia.
En la vida, antes de actuar, deberíamos valorar las consecuencias de nuestros actos.
Oración:
“A tu amparo y protección….”
Miércoles 29 de enero
BUSCANDO LA PAZ PERFECTA
Había una vez un rey que ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta. Muchos artistas lo intentaron. El rey observó y admiró todas las pinturas, pero solamente hubo dos que a él realmente le gustaron y tuvo que escoger entre ellas.
La primera era un lago muy tranquilo. Este lago era un espejo perfecto donde se reflejaban unas plácidas montañas que lo rodeaban. Sobre estas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas. Todos quienes miraron esta pintura pensaron que esta reflejaba la paz perfecta.
La segunda pintura también tenía montañas. Pero estas eran escabrosas y descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua. Todo esto no se revelaba para nada pacífico.
Pero cuando el Rey observó cuidadosamente, vio tras la cascada un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca. En este arbusto se encontraba un nido. Allí, en medio del rugir de la violenta caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en su nido...
- ¿Paz perfecta...?
- ¿Cuál crees que fue la pintura ganadora?
El Rey escogió la segunda.
- ¿Sabes por qué?
Explicó el rey: 'Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Paz significa que a pesar de estar en medio de todas estas cosas permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón. Este es el verdadero significado de la paz'.