Oración de la
mañana
Lunes de buenas noticias - Evangelio del Domingo

3 DE FEBRERO (Oración por las vocaciones escolapias)
Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 22-40
Cuando se cumplieron los días de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo varón primogénito será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones».
Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo.
Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbrado según la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:
«Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz.
Porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante todos los pueblos:
luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel».
Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: «Este ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción —y a ti misma una espada te traspasará el alma—, para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones».
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, ya muy avanzada en años. De joven había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones noche y día. Presentándose en aquel momento, alababa también a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén.
Y, cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño, por su parte, iba creciendo y robusteciéndose, lleno de sabiduría; y la gracia de Dios estaba con él.
Reflexión
Ayer domingo se celebraba el día de la vida Consagrada con el lema: “Peregrinos y sembradores de esperanza” . Hay personas que tienen una «llamada» especial por Jesús de Nazaret. Les invita a un seguimiento más cercano, cuya vida es una entrega total, deseada por Dios y, aceptada, libremente por amor.. Este estado de vida, es lo que conocemos como Vida Consagrada. Le pedimos a Jesús que siga llamando a muchos jóvenes a seguirle y hacer el bien al mundo. Pedimos vocaciones religiosas para las Escolapias y Escolapios.
Rezamos a María : A TU AMPARO Y PROTECCIÓN….

10 DE FEBRERO
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 5, 1-11
En aquel tiempo, la gente se agolpaba en torno a Jesús para oír la palabra de Dios. Estando él de pie junto al lago de Genesaret, vio dos barcas que estaban en la orilla; los pescadores, que habían desembarcado, estaban lavando las redes.
Subiendo a una de las barcas, que era la de Simón, le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente.
Cuando acabó de hablar, dijo a Simón:
«Rema mar adentro, y echad vuestras redes para la pesca».
Respondió Simón y dijo:
«Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos recogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes».
Y, puestos a la obra, hicieron una redada tan grande de peces que las redes comenzaban a reventarse. Entonces hicieron señas a los compañeros, que estaban en la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Vinieron y llenaron las dos barcas, hasta el punto de que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús diciendo:
«Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador».
Y es que el estupor se había apoderado de él y de los que estaban con él, por la redada de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón.
Y Jesús dijo a Simón:
«No temas; desde ahora serás pescador de hombres».
Entonces sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.
REFLEXIÓN
Jesús nos pide que pase lo que pase no nos rindamos aunque, a veces, no den resultado nuestros esfuerzos a la primera. Hay que ser constantes y confiados. Si le escuchamos y aprendemos de él, seguro que nuestra vida dará buenos frutos. Todo lo que realicemos debemos hacerlo con una confianza muy grande en su Palabra. Rezamos Padre Nuestro…..

17 DE FEBRERO
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 6, 17. 20-26
En aquel tiempo, Jesús bajó del monte con los Doce, se paró en una llanura con un grupo grande de discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón.
Él, levantando los ojos hacia sus discípulos, les decía:
«Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.
Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados.
Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis.
Bienaventurados vosotros cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten, por causa del Hijo del hombre.
Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con los profetas.
Pero, ¡ay de vosotros, los ricos, porque ya habéis recibido vuestro consuelo!
¡Ay de vosotros, los que estáis saciados, porque tendréis hambre!
¡Ay de los que ahora reís, porque haréis duelo y lloraréis!
¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que vuestros padres hacían con los falsos profetas».
Oración
Señor hoy quiero darte gracias porque siempre tenes las palabras sencillas pero claves para recordarme que tu siempre estarás del lado de los que sufren, de los que pasan hambre, de los pobres y oprimidos, gracias por recordarme lo importante que es la oración, una oración que me da sintonía con nuestro padre te pido que nunca se apague en mi la sed de buscar primero el reino de Dios
Me pongo en tus manos y te pido que me guíes por el camino correcto siempre. Padre Nuestro……

24 DE FEBRERO
Esta oración es Por Santa Paula Montal relacionada con la lectura del domingo
Jesús, hoy te damos gracias por la vida de Santa Paula Montal, una mujer llena de amor y esperanza que dedicó su vida a ayudar a los demás. Ella es una peregrina de la esperanza, siempre llevando alegría, educación y fe a muchas niñas y niños del mundo. Queremos aprender de su ejemplo para ser amigos tuyos Jesús y sembrar amor en los corazones de quienes nos rodean.
En el Evangelio de ayer domingo, tú nos enseñas a amar incluso a quienes nos cuesta querer, a perdonar y a compartir sin esperar nada a cambio. Santa Paula vivió estas palabras con fuerza y alegría, siempre ayudando a los demás con paciencia y cariño. Ayúdanos Santa Paula a poner en práctica lo que tú Jesús nos pides y a ser generosos con todos y en todas nuestras acciones.
Jesús, queremos ser como Santa Paula, personas que hacen el bien y tratan a los demás con bondad. Enséñanos a perdonar de corazón, a compartir con alegría y a ser amables con todos, como nos gustaría que nos traten. Sabemos que con pequeños gestos podemos cambiar el mundo, igual que Santa Paula lo hizo con su trabajo y su fe.
Gracias, Jesús, por regalarnos a Santa Paula como ejemplo de amor y servicio. Queremos caminar contigo cada día, llevando tu luz y tu esperanza a todos los lugares. Ayúdanos a ser tus amigos y a vivir con alegría, sabiendo que, cuando amamos y cuidamos a los demás, estamos viviendo como tú nos enseñas. Amén.