Oración de la
mañana
Lunes de buenas noticias - Evangelio del Domingo

LUNES 3 DE NOVIEMBRE
Buenos días a todos. Vamos a escuchar hoy el Evangelio que se leyó ayer, domingo y Fiesta de los Fieles Difuntos, en las eucaristías de todas las iglesias. Escuchemos con atención.
Del Evangelio de Juan Jn 14, 1-6
No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino». Tomás le dice: «Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?». Jesús le responde: «Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí.
Palabra del Señor. Gloria a Ti, Señor, Jesús.
Reflexión:
Como hemos recordado al principio, ayer fue la fiesta de los Fieles Difuntos, y anteayer la de Todos los Santos. Días para recordar a nuestros seres queridos que ya han fallecido y a todos los santos que hay en el cielo… Pues bien, en este marco, la Iglesia nos propone una lectura en la que Jesús, después de la Última Cena y antes de su Pasión, les habla a sus discípulos.
Lo primero que les dice es que no tengan miedo, que crean y confíen en Él… A continuación, les dice que va a prepararles una morada con Él, en el lugar al que Él va y que no sabemos muy bien cómo es, pero no tenemos que tener miedo, porque estaremos con Él y Él con nosotros.
A Tomás, como a nosotros muchas veces, le cuesta creer y le dice a Jesús que no sabe cuál es ese sitio y por lo tanto tampoco sabe el camino que hay que seguir. Jesús le responde con claridad: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida.
Solo a través de Jesús, que es el Camino, con mayúscula, siguiéndole a Él y haciendo lo que Él nos dice, llegaremos a conocer la Verdad y a tener una Vida en plenitud, una vida con Él para siempre.
Pedimos hoy por todos los que han recorrido este camino antes que nosotros para que puedan estar con Jesús en el cielo e intercedan por nosotros:
PADRE NUESTRO que estás en el cielo…
ORACIÓN FINAL:
Jesús, ayúdanos a seguirte, a seguir tu Camino y hacer lo que Tú nos dices.
Ayúdanos a confiar siempre en Ti, a superar, contigo, las dificultades de cada día.
Ilumina nuestra oración y aparta de nosotros todo lo que nos separe de Ti.
Acoge junto a ti a todos nuestros seres queridos que han fallecido.

LUNES 10 DE NOVIEMBRE
Evangelio Domingo 9 de noviembre: Jn 2, 13-22 Hablaba del templo de su cuerpo
Buenos días a todos.
Escuchamos hoy el Evangelio que ayer se proclamó en todas las iglesias, escuchemos con atención la escena que nos presenta.
Del Evangelio de Juan.
Se acercaba la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: «Quitad esto de aquí: no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre». Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me devora». Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: «¿Qué signos nos muestras para obrar así?». Jesús contestó: «Destruid este templo, y en tres días lo levantaré». Los judíos replicaron: «Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?». Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y creyeron a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.
Palabra del Señor. Gloria a Ti, Señor, Jesús.
Reflexión:
Presenciamos una escena hoy poco frecuente en el Evangelio… Jesús se enfada, y lo hace con razón, se enfada con los que están utilizando el Templo, lugar sagrado, en su propio beneficio para enriquecerse, olvidando que este lugar es lugar de oración y de encuentro con Dios.
Nosotros también muchas veces utilizamos a Dios, a Jesús, para nuestro propio beneficio… queremos que haga lo que nosotros queremos, como si fuera una lámpara maravillosa que cumple nuestros deseos… como los mercaderes del Evangelio, nosotros también mercadeamos un poco con Jesús y se nos olvida, como rezamos en el Padre Nuestro, que queremos que se haga su voluntad, no la nuestra…
Nos olvidamos de rezar, de hacer nuestras oraciones… y eso nos va separando de Jesús, de hacer lo que Él nos pide.
Al final de la escena les recuerda, nos recuerda a todos, que su cuerpo es templo de Dios y que aunque vaya a ser crucificado, al tercer día resucitará para salvarnos.
Vamos a terminar nuestra oración de hoy con la oración que Jesús nos enseñó y vamos a remarcar de una manera especial la frase “Hágase en tu voluntad”. Ojalá que nosotros cumplamos siempre su voluntad, unidos a Él en la oración sin mercadear con el Evangelio.
PADRE NUESTRO…

LUNES 17 DE NOVIEMBRE
1.- Lectura del Evangelio: Lucas 21, 5-19
Algunas personas estaban hablando de los hermosos bloques de piedra que se habían usado para construir el templo, y de los preciosos adornos colocados en sus paredes. Jesús dijo: «Llegará el momento en que todo esto será destruido. ¡Ni una sola pared del templo quedará en pie!» Los discípulos le preguntaron a Jesús: —¿Cuándo será destruido el templo? ¿Cuál será la señal de que todo eso está por suceder? Jesús les respondió: —¡Cuidado! No os dejéis engañar. Muchos vendrán y se harán pasar por mí, diciendo a la gente: “Yo soy el Mesías”, o “Ya ha llegado la hora”. Pero no les hagáis caso. Vosotros oiréis que hay guerras y revoluciones en algunos países, pero que no os asusten. Esas cosas pasarán, pero todavía no será el fin del mundo. Los países pelearán unos contra otros, y habrá grandes terremotos en muchos lugares. En otras partes, la gente no tendrá nada para comer, y muchos sufrirán de enfermedades terribles. En el cielo aparecerán cosas muy extrañas, que los harán temblar de miedo. “Antes de que pase todo esto, habrá gente que los perseguirán y los tomarán presos. Los entregarán a las autoridades y los meterán en la cárcel. Por ser mis discípulos, los llevarán ante los gobernadores y los reyes para que los castiguen. “Esa será una oportunidad para que vosotros habléis de mí. No os preocupéis en pensar qué diréis para defenderos. Yo os ayudaré a contestar con inteligencia, y ninguno de vuestros enemigos podrá contradecirlos ni decir que estáis equivocados. “Sus padres, hermanos, familiares y amigos los entregarán a las autoridades. A algunos los matarán. Todo el mundo os odiará por ser mis discípulos. ¡Pero no os preocupéis! Si os mantenéis firmes hasta el fin, os salvareis.
2.- Reflexión
El Evangelio de Lucas 21, 5-19, explica que Jesús advierte sobre engaños de personas que dicen ser el Mesías y sobre eventos como guerras o terremotos, los cuales no son el fin, sino que deben ocurrir antes. Jesús también anuncia que sus seguidores serán perseguidos por causa de su nombre, pero que esta situación les servirá para dar testimonio, pues él les dará las palabras adecuadas. Les pide que tengan paciencia y perseveren, y que no pierdan la paz y confianza en Jesús y en si mismos.
3. Oración final:
Ayúdanos Jesús a ser pacientes y constantes, a perseverar y acudir a ti cuando sea necesario. Que seamos capaces de dar testimonio, de nuestra vida cristiana y nuestra fe aun en las dificultades, ayudando a los demás con nuestra cercanía y confianza.

LUNES 24 DE NOVIEMBRE
1.- Lectura del Evangelio: Lc. 23, 35-43 DIA DE CRISTO REY “El buen ladrón”
En aquel tiempo, las autoridades y el pueblo hacían muecas a Jesús, diciendo:
- A otros ha salvado; que se salve a sí mismo si él es el Mesías de Dios, el elegido.
Se burlaban de él también los soldados, ofreciéndole vinagre y diciendo:
- Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo.
Había encima un letrero es escritura griega, latina y hebrea: "Este es el rey de los judíos".
Uno de los malhechores crucificados lo insultaba diciendo:
- ¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros. Pero el otro lo increpaba:
- ¿Ni siquiera temes tú a Dios estando en el mismo suplicio? Y lo nuestro es justo, porque recibimos el pago de lo que hicimos; en cambio, éste no ha faltado en nada. Y decía:
- Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino. Jesús le respondió:
- Te lo aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso.
2.- Reflexión:
Los tiempos o momentos difíciles que Jesús anunció a sus amigos, también los vivió él, cuando le persiguieron las autoridades, le traicionaron los amigos, le dejaron solo, y le maltrataron hasta matarle en la cruz, condenado como si fuera un malhechor. Cuando estaba crucificado, algunos le decían con burla: ¡Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo!
Uno de los crucificados con él, sin embargo le dijo: Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino. Y Jesús le respondió: Hoy estarás conmigo en el paraíso. Te lo aseguro.
3. Oración final: A Cristo mi Rey
A ti te sirvo Jesús, Dios torturado que vence en la cruz.
Escudo de los olvidaderos, de los pobres y despreciados,
a quienes siempre ofreces tu Reino de Amor.
Te serviré cada día en lo pequeño y poco que soy.
Hágase