Oración de la
mañana
Lunes de buenas noticias - Evangelio del Domingo

LUNES 6 OCTUBRE
Lectura del santo evangelio según san Lucas (Lc 17,5-10)
En aquel tiempo los apóstoles dijeron al Señor: - Auméntanos la fe. El Señor contestó: - Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esta morera: "Arráncate de raiz y plántate en el mar", y os obedecería. Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice: "En seguida, ven y ponte a la mesa"? ¿No le decís: "prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo; y después comerás y beberás tú"? ¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: "Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que tenmíamos que hacer".
Explicación
A Jesús debemos decirle muchas veces: ¡Auméntanos la fe !, porque en él no creemos mucho, ya que no compartimos, ni estamos atentos a ayudar a quien lo necesite, ni perdonamos, ni hacemos las paces, ni damos de lo nuestro sin esperar nada a cambio, ni amamos a los que nos insultan, ni defendemos a los indefensos del abuso de los grandes.
¿ No veis cómo nos falta creer más en Jesús, para vivir como él nos dice ? Si creyeramos más en Él, todo lo anterior lo recordaríamos más.
Por eso debemos decirle muchas veces : ¡ Auméntanos la fe !
CIERRA TUS OJOS Y PIDESELO.
TERMINA dándole las Gracias porque nunca te deja sólo.

13 OCTUBRE
Lectura del santo evangelio según san Lucas 11, 27-28
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la gente, una mujer de entre el gentío levantando la voz, le dijo:
«Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te criaron».
Pero él dijo:
«Mejor, bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen».
PALABRA DE DIOS
Reflexión:
La Palabra de Dios presenta en la primera parte un piropo a Jesús, dice que tiene que estar alegre porque María le tuvo y le crió de pequeño. A tí te cuidó y dio de comer tu mamá también de pequeño, tú no te acuerdas pero así sucedió. Dios puso en tu vida a una madre, a alguien con cariño para que tú pudieras crecer.
Pero además, la segunda parte de la Palabra nos dice que, cómo María, tú serás feliz si escuchas la Palabra de Dios y la pones en práctica.
Dos compromisos para esta semana: agradecer la vida que se te ha regalado teniendo gestos de cariño hacia tu mamá y poner en práctica con algún gesto que se note que escuchas la Palabra de Dios, por ejemplo ser servicial, confiar e incluso preguntarte ¿qué querrá Jesús para mí hoy?
Se lo pedimos a María con la oración AVE MARIA.

20 OCTUBRE
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 18, 1-8
En aquel tiempo, Jesús decía a sus discípulos una parábola para enseñarles que es necesario orar siempre, sin desfallecer.
«Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres.
En aquella ciudad había una viuda que solía ir a decirle:
“Hazme justicia frente a mi adversario”.
Por algún tiempo se estuvo negando, pero después se dijo a sí mismo:
“Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está molestando, le voy a hacer justicia, no sea que siga viniendo a cada momento a importunarme”».
Y el Señor añadió:
«Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que claman ante él día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?».
PALABRA DE DIOS

27 OCTUBRE
Lectura del santo evangelio según San Lucas 18, 9-14
En aquel tiempo, Jesús dijo esta parábola a algunos que se confiaban en sí mismos por considerarse justos y despreciaban a los demás:
«Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior:
“¡Oh Dios!, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo”.
El publicano, en cambio, quedándose atrás, no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo:
“Oh Dios!, ten compasión de este pecador”.
Os digo que este bajó a su casa justificado, y aquel no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».
PALABRA DE DIOS