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Miércoles de fábula

Miércoles ….. (8/11/23)

El mono y el pez (fábula africana)

Un día, un mono paseaba por la ribera de un río. Estaba algo aburrido, y ese día decidió observar la Naturaleza. De pronto, el mono vio un pequeño pez bajo el agua. De vez en cuando daba pequeños brincos, de modo que salía un segundo al exterior para volver a zambullirse en el agua.

 

El pequeño mono, que nunca antes había visto un animal como ese, pensó que el pobre pez se estaba ahogando.

 

– ¡Oh!, ¡no!- pensó- ¡Pobrecillo! ¡Se ahoga! ¡Tendré que ayudarle!

 

Entonces el mono agarró al pez con sus dos manos. El pececito comenzó a agitarse con fuerza, y el monito pensó que era de alegría al verse a salvo.

 

Poco después, el pez paró de agitarse y el monito, al ver que estaba muerto, pensó:


 

– ¡Qué pena no haber podido llegar antes!

 

Moraleja: «A veces intentando ayudar, sin querer, empeoramos una situación. Hay que estar siempre muy seguro de la necesidad real del otro».

REFLEXIÓN 

¿Qué crees que aprendió el mono al final de la historia?

¿Por qué el mono pensó que el pez se estaba ahogando y decidió ayudarlo?

 

A TU AMPARO Y PROTECCIÓN 

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 15 de noviembre

El grillo afónico, y el valor de la empatía

En una extensa pradera vivía un grillo muy preocupado. Llevaba mucho tiempo afónico, a causa de un fuerte resfriado, y todos los remedios ensayados habían terminado en fracaso.

La tristeza lo abrumaba, porque adoraba cantar y ahora no podía hacerlo, cómo el resto de sus amigos y vecinos, quienes le dieron de lado porque pensaron que ya no quería hacer su trabajo.

—¡Qué desgraciado soy! ¡Mira que no poder cantar como todo el mundo! —se lamentaba el grillo, un día sí y otro también.

Un primo suyo, enterado del sufrimiento del grillo afónico y comprendiendo sus sentimientos, vino a visitarle para escucharlo y darle ánimos.

—Tu afonía no es un problema grave —le dijo con gesto tranquilizador. Mira, yo formo parte de una orquesta en la que todos somos muy amigos. En este momento nos hace falta un trompetista y, como ahora no puedes cantar, pues he pensado en ti. ¿Qué dices?

—¡Oh, gracias! — le contestó el grillo —¡Siempre me ha gustado tocar la trompeta! ¡Sí, entraré en vuestra orquesta!

Desde aquel día, la orquesta fue la más famosa de toda la pradera y, aunque grillo siguió sin poder cantar, fue nombrado el mejor trompetista del campo.

Esta historia anónima nos presenta el valor de la empatía. Esta cualidad implica ponerse en lugar de los demás e indagar en qué les hace pensar o sentir de determinada manera y, aunque sea diferente a la nuestra, respetarla y no criticarla.

El primo del grillo demuestra este valor cuando, a diferencia de otros amigos y conocidos que lo juzgan sin saber, ofrece su escucha. También es capaz de comprender sus sentimientos y le ayuda a conseguir un nuevo empleo en el que se siente valorado.

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Miércoles …..22 de noviembre (fecha)

 

LA MAESTRA MARIPOSA

En la escuela del Árbol, daba clase la Maestra Mariposa, quien siempre recibía a sus alumnos con una sonrisa.

 A la escuela iba el Grillo, que se pasaba todo el tiempo hablando, el Saltamontes, que se entretenía con todo y era muy inquieto, la Hormiga, que terminaba muy pronto las tareas, la Mosca que a veces se aburría, la Araña, que era callada pero prestaba atención, el Mosquito que se peleaba con todos...

La maestra deseaba que todos realizarán las tareas como la Hormiga, prestaran atención como la Araña, fueran inquietos como el saltamontes para el deporte y narraran historias como el Grillo.

La Maestra Mariposa decidió formar parejas de trabajo: El Grillo con la Araña, para que perdiera su miedo a comunicarse, el Saltamontes con la Mosca para evitar que ella se durmiera y que él estuviera más tranquilo, el Mosquito con la Hormiga para que le enseñara a estar concentrado...

Al día siguiente, por parejas, mostraron sus trabajos. El Grillo no interrumpió la clase, la Araña habló frente al público sin nervios, el Saltamontes no se levantó de su silla ni hizo ruido hasta acabar la clase, la Mosca estuvo atenta y no se durmió, el Mosquito aprendió de la Hormiga el trabajo constante.

La Maestra Mariposa vio cambios tan positivos que continuó poniéndolos a trabajar con diferentes compañeros, para que todos los días pudieran sacar y aprender lo mejor de cada uno.

 

REFLEXIÓN

Todos tenemos algo bueno que podemos compartir y enseñar a los demás. Aunque una tarea me parezca difícil y complicada para mí solo, con la ayuda de los demás y el trabajo en equipo puedo conseguir cualquier cosa que me proponga.

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Miércoles …..29 de noviembre (fecha)

 

EL CABALLO VIEJO

Un caballo que ya estaba muy mayor fue vendido por su amo a un molinero que lo empleó para que diera vueltas a la piedra de un viejo molino. El caballo no hacía otra cosa desde la mañana hasta la noche que girar y girar alrededor de aquella rueda, lo cual no solo le cansaba mucho sino que lo ponía muy triste. Y es que el viejo caballo recordaba lo veloz y famoso que había sido en sus años de juventud, en los que había vivido infinidad de aventuras y también cómo se burlaba de los otros caballos que eran más viejos y lentos que él.

 

Ahora viéndose en esta situación en la que pasaba sus días atado y dando vueltas a dicho molino, se arrepentía de aquella actitud que había tenido cuando era poderoso:

 

– “Después de las grandiosas vueltas que di en las carreras durante mi juventud, mira las vueltas que tengo que dar ahora. Este es un justo castigo por burlarme de aquellos a los que veía más débiles e inferiores”.

MORALEJA :

Mejor ser humilde, porque un día u otro lo has de perder.

REFLEXIÓN/PREGUNTAS

¿Qué le pasó al caballo cuando envejeció?

¿Cómo se sentía el caballo mientras trabajaba en el molino?

¿Por qué el caballo se arrepintió de su actitud en su juventud?

¿Qué lección podemos aprender de la historia del caballo viejo?

¿Puedes pensar en una situación en la que te hayas burlado de alguien y luego te hayas arrepentido? ¿Qué aprendiste de esa experiencia?

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