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Miércoles de fábula

MIÉRCOLES 1 DE MARZO

“El mercader y su loro”, un cuento persa sobre la libertad y el ego.

 

Existió un mercader muy rico que tenía todo lo que podía desear, pero de entre todas sus posesiones, la que más amaba era un loro de hermosos colores al que había enseñado a hablar.

Un día, el mercader anunció a todos que partía por negocios a la India. Concedió a cada uno de sus sirvientes un deseo. A cada uno le traería algo de ese país. Entonces, se acercó a la jaula donde estaba su loro y le preguntó:

– Y tú, ¿qué quieres que te traiga de la India?

– Cuando veas a mis hermanos loros, háblales de mí…

– ¿Y qué debo decirles?

– Cuéntales que tienes un loro hablador en casa, que está encerrado en una jaula, que es un pariente suyo, desterrado de su tierra y encerrado en esclavitud. Que no puede volar y que anhela poder volver junto a ellos. Pregúntales qué debo hacer, cuál es mi remedio…

El mercader estaba realmente conmovido por el dolor del loro, y le prometió dar su mensaje en cuanto pudiera. De hecho, al llegar a la India, nada más adentrarse en la selva, vio unos hermosos loros encaramados en las ramas de un alto árbol y se acercó a ellos. Una vez que transmitió el mensaje de su loro, palabra por palabra, uno de los loros comenzó a temblar y cayó al suelo.

– ¡Oh! ¡Qué desgracia tan grande ha provocado mis palabras! ¡Que uno de los parientes de mi loro ha sentido tanto dolor que ha muerto en el acto!

El mercader sintió mucha pena y temió el momento de dar la noticia a su loro. Al regresar, el loro le preguntó:

– Y bien, ¿diste mi mensaje?

– Sí, lo hice- dijo agachando la cabeza el mercader- Y ojalá no lo hubiera hecho. Al hacerlo, uno de ellos sintió tanto dolor que cayó muerto en el acto…

Al oír esto, el loro se quedó mudo, empezó a temblar y cayó en la jaula como muerto.

– ¡No! ¿Tú también?- gritó el mercader asustado.

Al ver su cuerpo frágil en el suelo de la jaula, abrió deprisa la puerta para poder acariciarlo. En ese momento, el loro aprovechó para salir volando por la ventana de la habitación hasta la rama de un árbol. El mercader, extrañado, preguntó al loro:

– Pero… ¿cómo aprendiste eso?

– El loro de la India me indicó la manera de conseguir mi libertad. Debía renunciar a aquello que me había aprisionado, debía dejar de hablar y hacerme el muerto para engañar a tus sentidos.

El hombre se quedó realmente sorprendido ante la sabiduría de su loro.

– Eres realmente sabio, loro, y me alegro de que al fin hayas conseguido lo que tanto ansías. Dame un consejo antes de partir.

– Despídete de tu ego y tu alma volará libre.

Y el loro salió volando y se alejó de allí para siempre.

MIÉRCOLES 8 DE MARZO

 

Un Relato escenificado Mc 5, 21-24, 35-43

 

PERSONAJES: Narrador, Jesús, Jairo, los 3 discípulos, la mujer de Jairo, dos criados, la hija pequeña.

Narrador: En aquel tiempo, Jesús pasó de nuevo en la barca a la otra orilla y se aglomeró junto a Él mucha gente; Él estaba a la orilla del mar. Llega uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verle, cae a sus pies, y le suplica con insistencia diciendo:

Jairo: «Mi hija está a punto de morir; ven, impón tus manos sobre ella, para que se salve y viva».

Narrador: Jesús se fue con él. Le seguía un gran gentío que le oprimía. Mientras estaba hablando llegan de la casa del jefe de la sinagoga unos criados y le dice:

Dos criados: «Tu hija ha muerto; ¿a qué molestar ya al Maestro?»

Narrador: Jesús que oyó lo que habían dicho, dice al jefe de la sinagoga:

Jesús: «No temas; solamente ten fe».

Narrador: Y no permitió que nadie le acompañara, a no ser Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegan a la casa del jefe de la sinagoga y observa el alboroto, unos que lloraban y otros que daban grandes alaridos. Entra y les dice:

Jesús: «¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no ha muerto; está dormida».

Narrador: Y se burlaban de Él. Pero Él después de echar fuera a todos, toma consigo al padre de la niña, a la madre y a los suyos, y entra donde estaba la niña. Y tomando la mano de la niña, le dice:

Jesús: «Talitá kum», «Muchacha, a ti te digo, levántate».

Narrador: La muchacha se levantó al instante y se puso a andar, pues tenía doce años. Quedaron fuera de sí, llenos de estupor. Y les insistió mucho en que nadie lo supiera; y les dijo que le dieran a ella de comer.

Explicación del milagro de Jesús

¿Qué es lo que le conmovió a Jesús? ¿Qué nos está pidiendo a nosotros?

El corazón de Jesús se conmueve al vernos acudir a Él con confianza, como la que tenemos con nuestro Padre. El que ama y se sabe amado, lo pide todo con confianza y fe a su Padre, sabe que se lo dará.

Oración: Tu me conoces Señor Salmo 138

 

Dinámica. Cada niño lee una estrofa del Salmo: Después se pueden hacer resonancias, en clave orante. Se repite despacio un versículo del Salmo y al final cada uno explica lo que le sugiere.

Señor, tú me sondeas y me conoces;
me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso,
todas mis sendas te son familiares.
 
No ha llegado la palabra a mi lengua,
y ya, Señor, te la sabes toda.
Me estrechas detrás y delante,
me cubres con tu palma.
Tanto saber me sobrepasa,
es sublime, y no lo abarco.
 
¿Adónde iré lejos de tu aliento,
adónde escaparé de tu mirada?
Si escalo el cielo, allí estás tú;
si me acuesto en el abismo, allí te encuentro;
 
si vuelo hasta el margen de la aurora,
si emigro hasta el confín del mar,
allí me alcanzará tu izquierda,
me agarrará tu derecha.
 
Si digo: «Que al menos la tiniebla me encubra,
que la luz se haga noche en torno a mí»,
ni la tiniebla es oscura para ti,
la noche es clara como el día.

 

Y el loro salió volando y se alejó de allí para siempre.

MIÉRCOLES 15 DE MARZO

El Náufrago y el Mar

Un día se encontraba navegando un rico ateniense, junto a otras personas. De repente, una violenta tormenta hizo que el barco perdiera el rumbo y que se filtrase el agua.

Los otros pasajeros pusieron todo su esfuerzo en salvarse saltando del barco y nadando pero el rico ateniense sólo invocaba a la diosa Atenea para prometerle toda clase de ofrendas si se salvaba del hundimiento. Entonces uno de los náufragos le dijo:

“Está bien que pidas a Atenea, pero haz algo con tus brazos.”

Moraleja

Cuando pidas ayuda en tus problemas, primero demuestra que ya estás trabajando para solucionarlos.

MIÉRCOLES 22 DE MARZO

LA FÁBULA DE LA ORUGA

Una pequeña oruga caminaba un día en dirección al sol. Muy cerca del camino se encontraba un grillo. Éste le preguntó:

  • ¿Hacia dónde te diriges? -le preguntó.

Sin dejar de caminar, la oruga le respondió:

  • Anoche tuve un sueño. Soñé que desde la cima de la gran montaña, yo miraba todo el valle. Me gustó lo que vi en mi sueño y por eso he decidido realizarlo.

Sorprendido, el grillo gritó mientras la oruga se alejaba:

  • ¡Debes estar loca! ¿Cómo vas a poder llegar hasta ese lugar? Tú, ¡una simple oruga! Para ti, una piedra será una montaña, un pequeño charco un mar y cualquier tronco una barrera infranqueable. ¡Loca!

Pero la oruga ya estaba lejos y no lo escuchó. Sus diminutos pies no dejaron de moverse. De pronto, se oyó la voz de un escarabajo:

  • ¿Hacia dónde te diriges con tanto empeño?

Sudando ya la oruga, le dijo jadeante:

  • Tuve un sueño y deseo realizarlo, subir a esa montaña y desde allí contemplar todo nuestro mundo.

El escarabajo no pudo aguantar la risa, soltó una carcajada y luego dijo:

  • Ni siquiera yo, que tengo las patas grandes, intentaría una empresa tan ambiciosa.

El escarabajo se quedó en el suelo tumbado de la risa, mientras la oruga continuó su camino, centímetro a centímetro.

Del mismo modo, la araña, el topo, la rana y la flor aconsejaron a la oruga desistir de su «loca» intención.

  • ¡No lo lograrás jamás! -le dijeron.

Pero en su interior había un impulso que la obligaba a seguir.

Ya agotada, sin fuerzas y a punto de morir, decidió parar a descansar y construir con su último esfuerzo un lugar donde pernoctar. «Estaré mejor», fue lo último que dijo… y murió.

Todos los animales del valle fueron visitando sus restos en los siguientes días. Ahí yacían los restos del animal más loco del bosque. Había construido con su tumba un monumento a la insensatez. Ahí estaba un duro refugio, digno de uno que murió por querer realizar un sueño irrealizable.

Una mañana en la que el sol brillaba de una manera especial, todos los animales se congregaron en torno a aquello que se había convertido en una advertencia para los atrevidos.

De repente, quedaron atónitos. Aquella concha dura comenzó a romperse y, con asombro, vieron unos ojos y una antena que no podía ser la de la oruga que creían muerta. Poco a poco, como para darles tiempo de reponerse del impacto, fueron saliendo unas hermosas alas arco iris de aquel impresionante ser que tenían frente a ellos: una mariposa.

No hubo nada que decir, todos sabían lo que haría: se iría volando hasta la gran montaña y realizaría un sueño; el sueño por el que había vivido, por el que había muerto y por el que había vuelto a vivir. Había, por fin, cumplido su sueño…

REFLEXIÓN

¿Qué quería hacer la oruga? ¿Es importante? ¿Por qué?

¿Qué tiene que ver con nuestro lema “¡Atrévete a caminar!”?

Es cierto que la oruga, al final se transforma en mariposa y consigue su sueño, pero hay veces que no podemos alcanzar de manera plena al 100% nuestros sueños pero… ¿por qué es importante tener sueños? ¿Por qué es importante avanzar e intentar alcanzarlos?

(Se puede relacionar también con Madre Paula, que tuvo el sueño de dedicarse a la educación de las niñas y a las familias y que, pese a las dificultades que fue superando, lo consiguió).

Acabamos escuchando y cantando "Vale la pena soñar" porque, Dios nos quiere realizando sueños.

https://www.youtube.com/watch?v=fgd4Yee2wTE 


 

Por si se prefiere ofrecemos dos versiones en vídeo para elegir, en vez de la lectura, según las edades de los alumnos:

https://www.youtube.com/watch?v=MV_ck0fX-KA 

https://www.youtube.com/watch?v=hdC-i9GvmeQ

MIÉRCOLES 29 DE MARZO

 

EL CARRETE MÁGICO 

Había una vez un pequeño príncipe, inquieto y travieso, que no le gustaba estudiar. Cuando sus padres le reprendían, se lamentaba diciendo: “¡Qué ganas de ser grande para hacer todo lo que quiera!”.

Un buen día, mientras se encontraba en su cuarto, descubrió junto a la ventana una bobina con hilos de oro. Ante la mirada sorprendida del principito, la bobina le habló con voz melodiosa: “Querido príncipe : He escuchado tus deseos de crecer pronto y te daré una oportunidad. A medida que desenrolles mis hilos, podrás avanzar por los días de tu vida. Pero ten cuidado, pues el hilo que se suelta no regresa, y el tiempo pasado no podrá ser recuperado jamás”.

Sin poder resistir su curiosidad, el pequeño príncipe tiró del hilo y al instante, quedó convertido en un joven gallardo y robusto. Con gran entusiasmo, volvió a tirar del hilo mágico y se descubrió con la corona de su padre. “¡Soy rey!”, “¡Soy rey!”, exclamaba con gran alegría. “Por favor, carrete mágico, quiero saber cómo lucirán mis hijos y mi señora reina”, exclamó impaciente mientras estiraba nuevamente el hilo.

Entonces, se apareció una mujer hermosa de largos cabellos junto a él, y tres chiquilines hermosos y gordos. La curiosidad del rey se hacía incontenible por saber cómo serían sus hijos de grande, así que tiró un tramo largo de aquel hilo, y otro más, y otro. De repente, notó que sus manos estaban pálidas y débiles, y en el reflejo del espejo descubrió un viejo consumido y seco.

El príncipe, al ver que había desenrollado todo el hilo, quiso devolverlo nuevamente a su lugar, pero tal como le habían advertido, era completamente imposible. ¡Había consumido toda su vida! La bobina mágica, al verlo tan afligido exclamó: “¿Qué has hecho, criatura infeliz? En vez de vivir los momentos hermosos de tu vida, decidiste pasarlos por alto. Has malgastado el tiempo inútilmente y ya no hay nada que puedas hacer, salvo pagar por tu insolencia”.

Y así quedó el anciano rey, que sólo pudo disfrutar de una corta vejez hasta que murió de tristeza en su alcoba, por haber desperdiciado toda su vida, sin vivirla como debe ser.

Reflexión: ¿En qué pierdes el tiempo?

¿Qué cosas te hacen no disfrutar de todo aquello bonito que te sucede día a día?

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