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Miércoles de fábula

Miércoles 8 de Mayo. 

Hoy celebramos la virgen de las Escuelas Pías. 

María siempre está con las manos abiertas para acogernos. Su corazón no tiene fronteras. María es Madre de los niños, los pobres, los pequeños del Evangelio. Le puedes confiar tu vida con confianza. Sea cual sea tu realidad, Ella siempre te acoge. María te mira, te escucha, te cuida, te comprende… Por eso, hoy encuentro descanso en su regazo, como hizo su Hijo Jesús, san José de Calasanz, madre Paula  y tantos escolapios y escolapias que en Ella han encontrado el amor entrañable que fortalece el alma en el seguimiento de Jesús. Le rezamos juntos: 

Virgen de las Escuelas Pías,

Te presento mi pequeña vida.

Acógeme, protégeme.

Y en tus brazos de Madre, llévame.

Miércoles 15 de Mayo. 

Gusanillo. 

Cuando despertó, Gusanillo, estaba en la copa del árbol, muerto de miedo. No sabía cómo había llegado hasta allí, y miraba a su alrededor, muy asustado, sin moverse por temor a caer al suelo. 

 

Pasó volando una mariposa, y al verlo le preguntó:

 

- ¿Cómo has llegado ahí Gusanillo?

 

El gusano muy asustado le contestó:

 

- No lo sé. Cuando he despertado estaba aquí arriba. ¡Tengo mucho miedo!.

 

La mariposa,  al verlo  tan asustado, fue a buscar ayuda. Apareció al poco rato con un pajarito.

 

- Mira Gusanillo, este es mi amigo pajarito, él te ayudará a bajar al suelo - le dijo. Métete en su pico.

 

Gusanillo, desconfiado, no quiso la ayuda que le ofrecían. 

 

- ¡Nooooooooooooo! ¡Ni locooooo! - dijo retorciéndose, a la vez que se convertía en una bola.

 

El pajarito, al ver la actitud de Gusanillo, se fue confuso.

 

Enseguida, apareció la mariposa con una ardilla y le dijo:

 

- Mira Gusanillo, mi amiga ardilla te ayudará a bajar al suelo. Sube a su lomo, con ella estarás a salvo.

 

- ¡Nooooooooooooo! ¡Ni locooooo! - gritó de nuevo, sospechando de la ardilla, y se enrolló más y más fuerte.

 

La ardilla, al ver la reacción de Gusanillo, saltó a otro árbol y se alejó de allí sin entender nada. Volvió la mariposa, esta vez, con un amigo mono.

 

- Mira Gusanillo, mi amigo monito te ayudará, si es que realmente quieres ayuda. Salta a la palma de su mano y te bajará al suelo - le dijo,  harta de que desconfiara de la buena voluntad de sus amigos.

 

- ¡Nooooooooooooo! ¡Ni locoooo! - gritó de nuevo Gusanillo, haciéndose casi invisible de lo fuerte que se enrolló.

 

El monito, al ver la reacción del gusano, bajó agarrándose a las ramas y desapareció, pensando que ese animal era tan desconfiado, que prefería quedarse allí toda la vida.

 

La mariposa, disgustada por la actitud de Gusanillo, extendió sus alas y se alejó volando, sin intención de volver; dejándolo solo, asustado y en lo alto del árbol.

 

Esa noche hubo una tormenta muy fuerte. Llovió, granizó, y Gusanillo se arrepintió mucho de no haber confiado en los amigos de la mariposa, y no haberse dejado ayudar.

 

Preguntas para la reflexión: 

 

¿Qué ayuda recibió el gusanito? ¿Quiénes le prestaron ayuda?

¿Se dejó ayudar el gusanito?

¿Qué le sucedió al final? ¿Se arrepintió?

 

Reflexión: 

 

La CONFIANZA es la base para las relaciones sanas. Es el valor fundamental en los vínculos que establecemos con otras personas.

Como pudimos ver en la oración del lunes, Jesús confió en sus once discípulos para que predicasen su palabra en su nombre. Él los quería, los amaba, confiaba en ellos y ellos confiaban en él. 

Miércoles 22 de Mayo. 

EL LEÓN Y EL RATÓN

Después de un largo día de caza, un león se echó a descansar debajo de un árbol. Cuando se estaba quedando dormido, unos ratones se atrevieron a salir de su madriguera y se pusieron a jugar a su alrededor. De pronto, el más travieso tuvo la ocurrencia de esconderse entre la melena del león, con tan mala suerte que lo despertó. Muy malhumorado por ver su siesta interrumpida, el león atrapó al ratón entre sus garras y dijo dando un rugido:

 

- ¿Cómo te atreves a perturbar mi sueño, insignificante ratón? ¡Voy a comerte para que aprendáis la lección!

 

El ratón, que estaba tan asustado que no podía moverse, le dijo temblando:

 

- Por favor no me mates, león. Yo no quería molestarte. Si me dejas te estaré eternamente agradecido. Déjame marchar, porque puede que algún día me necesites –

 

- ¡Ja, ja, ja! – se rió el león mirándole - Un ser tan diminuto como tú, ¿de qué forma va a ayudarme? ¡No me hagas reír!.

 

Pero el ratón insistió una y otra vez, hasta que el león, conmovido por su tamaño y su valentía, le dejó marchar.

 

Unos días después, mientras el ratón paseaba por el bosque, oyó unos terribles rugidos que hacían temblar las hojas de los árboles.

 

Rápidamente corrió hacia lugar de dónde provenía el sonido, y se encontró allí al león, que había quedado atrapado en una robusta red. El ratón, decidido a pagar su deuda, le dijo:

 

- No te preocupes, yo te salvaré.

 

Y el león, sin pensarlo le contestó:

 

- Pero cómo, si eres tan pequeño para tanto esfuerzo.

 

El ratón empezó entonces a roer la cuerda de la red donde estaba atrapado el león, y el león pudo salvarse. El ratón le dijo:

 

- Días atrás, te burlaste de mí pensando que nada podría hacer por ti en agradecimiento. Ahora es bueno que sepas que los pequeños ratones somos agradecidos y cumplidos.

 

El león no tuvo palabras para agradecer al pequeño ratón. Desde este día, los dos fueron amigos para siempre.

 

REFLEXIÓN: Esta fábula enseña sobre la importancia del perdón, la compasión y la gratitud. Podemos relacionarla con la cita bíblica, donde Jesús otorga el perdón a sus discípulos y les encomienda llevar ese mensaje de perdón y paz al mundo. Al igual que el león, que muestra compasión hacia el ratón, Jesús muestra compasión y perdón hacia sus discípulos, y les encarga difundir esos valores entre los demás. 

 

ORACIÓN: Jesús perdónanos por todas las veces que no hemos perdonado a nuestros compañeros y compañeras.

Miércoles 29 de Mayo. 

 

Esta historia se refiere a dos amigos verdaderos. Todo lo que era de uno era también del otro; se apreciaban, se respetaban y vivían en perfecta armonía.

 

Una noche, uno de los amigos despertó sobresaltado. Saltó de la cama, se vistió y se dirigió a la casa del otro. Al llegar, golpeó ruidosamente y todos se despertaron. Los criados le abrieron la puerta, asustados, y él entró en la residencia. El dueño de la casa,, le dijo:

 

- Amigo mío: sé que no eres hombre de salir corriendo en plena noche sin ningún motivo. Si viniste a mi casa es porque algo grave te sucede.. Ya sabes que puedes contar conmigo para todo.

 

El visitante respondió:

 

No estoy aquí por ese motivo. Estaba durmiendo tranquilamente cuando soñé que estabas intranquilo y triste y que me necesitabas a tu lado. La pesadilla me preocupó y por eso vine a tu casa a estas horas. No podía estar seguro de que te encontrabas bien y tuve que comprobarlo por mí mismo.

 

Así actúa un verdadero amigo. No espera que su compañero acuda a él sino que, cuando supone que algo le sucede, corre a ofrecerle su ayuda.

 

REFLEXIÓN:

 

La amistad es: estar atento a las necesidades del otro y tratar de ayudar a solucionarlas, ser leal y generoso y compartir no sólo las alegrías sino también los pesares.

 

Oración: Gracias Jesús por ser un verdadero amigo, por estar siempre a nuestro lado, escucharnos cuando te hablamos y echarnos una mano cuando lo necesitamos.

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