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Miércoles de fábula

Miércoles 7:

La Gran Pesca de Tito el Pez

Había una vez un pequeño pez llamado Tito que vivía en el gran lago Azul. Tito era un pez curioso y juguetón, pero a veces dudaba de sí mismo y pensaba que no era especial.

Un día, mientras nadaba con su familia, vio a unos pescadores en una barca. Habían lanzado sus redes muchas veces, pero no atrapaban ni un solo pez. Tito escuchó a uno de los pescadores decir:

—¡Hemos intentado todo el día y nada!

Justo en ese momento, apareció en la orilla un hombre con una sonrisa amable. Se llamaba Jesús. Él les dijo:

—Lancen la red al otro lado del bote.

Los pescadores dudaron un poco, pero hicieron lo que Jesús les dijo. En cuanto lanzaron la roja, ¡se llenó de peces! Había tantos que casi no podía sacarla del agua.

Tito y su familia también fueron atrapados en la red, pero en lugar de asustarse, Tito sintió algo especial en su corazón. Sabía que Jesús era alguien bueno.

Cuando los pescadores llegaron a la orilla, Jesús los invitó a compartir un desayuno junto al fuego. Les habló con amor y les enseñó lo importante que era ayudar a los demás y confiar en Dios.

Tito y los demás peces fueron liberados de la red y regresaron felices al lago. Desde ese día, Tito comprendió que cada uno tiene un propósito en la vida, y que cuando confiamos en el amor y la bondad, cosas maravillosas pueden suceder.

Moraleja: Confía en Dios y en ti mismo. A veces, cuando menos lo esperas, grandes cosas pueden suceder si sigues el camino del amor y la fe.

Reflexión:

A veces, como Tito el pez o los pescadores, sentimos que nuestros esfuerzos no dan frutos y queremos rendirnos. Pero cuando confiamos y seguimos el camino del amor y la fe, las cosas pueden cambiar de manera sorprendente. Jesús nos enseña que nunca estamos solos y que, con paciencia y confianza, todo llega en el momento adecuado.

 

Pregunta para niños:

¿Alguna vez intentaste algo muchas veces y casi te rendiste, pero luego lo lograste? ¿Cómo te sientes?

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Miércoles 14

Fábula: Lili, la ovejita que escuchó la voz del Pastor

En un hermoso valle verde vivía una ovejita llamada Lili. Era pequeña, curiosa ya veces se distraía con las mariposas y las flores. Su pastor, un hombre bueno y cariñoso, cuidaba de todas las ovejas y las llamaba por su nombre.

Un día, mientras el rebaño pastaba, Lili vio un pajarito de colores y lo siguió sin darse cuenta de que se alejaba del grupo. Cuando se dio cuenta, estaba sola y no sabía cómo volver.

—¡Beeee! ¿Dónde están todos? —baló con miedo.

De pronto, escuchó una voz conocida:

—¡Lili, aquí estoy! —era la voz del pastor.

Lili se alegró y corrió hacia él, quien la abrazó con ternura y la llevó de regreso con las demás ovejas.

Desde ese día, Lili aprendió a escuchar siempre la voz del pastor porque sabía que él la guiaba con amor y la protegía de todo peligro.

Reflexión para niños:

A veces, como Lili, podemos distraernos o sentirnos perdidos. Pero Jesús es nuestro Buen Pastor y siempre nos llama con amor para guiarnos por el mejor camino. Si aprendemos a escuchar su voz en nuestro corazón, nunca estaremos solos.

Pregunta para niños:

¿Quién te cuida y te guía cuando no sabes qué hacer? 

Miércoles 21

Fábula: El Bosque de la Amistad

En un bosque lleno de árboles altos y flores de colores, vivían muchos animalitos. Pero había uno que siempre estaba triste: un conejito llamado Nico.

Nico veía a los demás jugar y ayudarse, pero él pensaba que era demasiado pequeño para hacer algo importante.

Un día, una gran tormenta sacudió el bosque y muchas hojas, ramas y frutos cayeron al suelo. Todos los animales estaban preocupados porque su hogar estaba desordenado y algunos no tenían comida.

— ¿Qué podemos hacer? —preguntó el viejo búho.

—Podemos ayudarnos unos a otros —dijo la ardilla Sofi—. Si trabajamos juntos, el bosque volverá a estar hermoso.

Nico dudó al principio, pero recordó lo bonito que se sentía cuando alguien lo ayudaba. Así que, con su pequeña patita, comenzó a recoger hojas y frutos para sus amigos. Poco a poco, los demás hicieron lo mismo, y en poco tiempo, el bosque estaba limpio y todos tenían comida.

Esa noche, mientras miraban las estrellas, el viejo búho dijo:

—Hoy han aprendido algo muy importante: cuando nos amamos y ayudamos, hacemos del mundo un lugar mejor.

Nico irritante. Ahora sabía que el amor no se trata solo de palabras, sino de acciones.

Reflexión para niños:

Jesús nos enseñó que la mejor manera de demostrar amor es ayudándonos unos a otros. No importa si somos grandes o pequeños, cada uno puede hacer algo bueno para los demás.

Pregunta para niños:

¿De qué manera puedes ayudar a alguien hoy para demostrarle amor?

Miércoles 28 

Fábula: Lucas y la Semilla Mágica

En un pequeño pueblo, vivía un niño llamado Lucas. Un día, su abuelo le dio una semilla especial y le dijo:

—Si la cuidas con amor y paciencia, crecerá en un hermoso árbol que te dará sombra y frutos.

Lucas estaba emocionado. Plantó la semilla en su jardín y, todos los días, la regaba y le hablaba con cariño. Pero varios días pasaron y no veía nada crecer.

—¡No funciona! —dijo frustrado.

Su abuelo sonoro y le respondió:

—Confía y sigue cuidándola. Aunque no la veas crecer, algo hermoso está sucediendo debajo de la tierra.

Lucas decidió seguir las palabras de su abuelo. Un día, vio un pequeño brote verde saliendo de la tierra. Con el tiempo, se convirtió en un árbol grande y frondoso que daba frutos deliciosos.

Entonces el abuelo le dijo:

—El amor de Dios es como esta semilla. Aunque a veces no lo veas, Él siempre está contigo, cuidándote y dándote paz.

Reflexión para niños:

Jesús nos prometió que nunca nos dejaría solos. Su amor es como una semilla en nuestro corazón: si confiamos en Él y seguimos sus enseñanzas, creceremos con paz y alegría.

Pregunta para niños:

¿En qué momentos sientes que Dios está contigo, aunque no lo puedas ver? 

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Pastoral Soria
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