Oración de la
mañana
Jueves de cine
Esta mañana destacamos el valor de la familia como el punto de referencia en
nuestros buenos y malos momentos, así como cuando nos sentimos perdidos. Siempre
podemos buscar refugio en la familia puesto que siempre estará ahí para
acompañarnos.
​Haz que el día de alguien brille. Está en tu mano.
Ayudar a las personas es un acto que mejora la calidad de vida en general. Pero
además de ser una buena acción, estas gestiones benefician directa e inmediatamente a
la persona que los realiza. Una persona generosa de corazón es una persona
emocionalmente rica, alegre y feliz.
​“No os dejaré desamparados, volveré. Dentro de poco el mundo no me verá, pero
vosotros me veréis, y viviréis, porque yo sigo viviendo”. Estas palabras están extraídas
del Evangelio del domingo. Jesús depositó su confianza en sus discípulos y quienes le
siguieron, y qué importante es hacer esto con las personas.
Una palabra de aliento, una palmada en la espalda, un ¡ánimo!, ¡tú puedes!, son
pequeños gestos que pueden infundir valor y aliento a quienes nos rodean y a nosotros
y nosotras.
De eso trata el Efecto Pigmalión que hemos podido ver en el vídeo. Debe su
nombre al mito griego de Pigmalión, un escultor que se enamoró de una estatua que
había tallado, y al final, esta acabó cobrando vida.
Jesús nos decía en el Evangelio del pasado domingo “Yo estaré con vosotros
hasta el fin del mundo”. Con ese mensaje se refleja la verdadera conexión que Dios
tiene con nosotros en todo momento. El vídeo nos recuerda que desconectar de las
tecnologías nos conectará con las personas que nos rodean, nos hará estar siempre
cerca de nuestros semejantes. En el día a día dedicamos mucho tiempo a las nuevas
tecnologías y, a veces, nos deshumanizamos sin darnos cuenta. Esto nos aleja y nos
distancia no solo de nuestros seres queridos, sino también de Dios. Qué bueno recordar
que Él siempre está y va a estar a nuestro lado. Esta mañana pedimos a Jesús que nos
ayude a darnos cuenta de que es nuestro amigo, un amigo que nunca falla.