Oración de la
mañana
Miércoles de fábula

MIÉRCOLES 4 DE JUNIO
Fábula: “El Conejo y las Hormigas”
Había una vez un pequeño conejo llamado Bruno, que vivía en un prado lleno de flores. Bruno era rápido, curioso y siempre quería hacer todo por sí solo. Creía que no necesitaba ayuda de nadie.
Un día, llegó una gran tormenta. El viento arrancó ramas, la lluvia llenó los caminos de barro y muchas madrigueras quedaron tapadas. Bruno, que vivía en un agujero bajo tierra, encontró su casa completamente cubierta de lodo.
Intentó sacar la tierra con sus patas. Cavó y cavó, pero el barro era muy pesado. Después de un rato, se cansó y se sentó, triste y frustrado.
Cerca de allí, pasaba una fila de hormigas trabajadoras. Iban todas juntas cargando hojas para reparar su propio hormiguero. Al ver a Bruno tan triste, se detuvieron.
—¿Necesitas ayuda? —preguntó la hormiga jefa.
—Creo que no podréis hacer mucho… —dijo Bruno, desconfiado—. Soy más grande, más fuerte y rápido. Yo puedo solo… aunque… llevo horas intentando.
Las hormigas se miraron entre sí y sonrieron.
—¡Veamos qué pasa si trabajamos todos juntos!
Sin perder tiempo, las hormigas comenzaron a moverse. Unas sacaban el barro, otras lo llevaban lejos, y algunas ayudaban a despejar la entrada. En poco tiempo, la madriguera quedó limpia y Bruno pudo entrar de nuevo.
—¡Guau! ¡Lo habéis hecho entre todas en unos minutos! —dijo el conejo sorprendido—. Yo solo no pude en toda la tarde.
—Porque cada uno tiene una fuerza, pero juntos somos mucho más fuertes —respondió la hormiga jefa.
Desde ese día, Bruno aprendió a trabajar en equipo y a pedir ayuda cuando la necesitaba.
MORALEJA:
Trabajar en equipo nos hace más fuertes y nos ayuda a conseguir lo que solos no podríamos.
REFLEXIÓN:
A veces creemos que podemos hacerlo todo solos, pero cuando compartimos nuestras ideas y trabajamos con los demás, todo es más fácil y divertido. En un equipo, cada uno tiene algo especial que aportar.
PREGUNTA:
¿Y tú? ¿Qué te gusta hacer cuando trabajas con tus compañeros?

Al igual que los ratones necesitaban trabajar juntos, nosotros también debemos unirnos y apoyarnos como una familia.
ORACIÓN:
¿Cómo podemos ayudar a los demás y cuidar nuestro mundo, siguiendo el ejemplo de Jesús y trabajando juntos como una gran familia?
Miércoles 18 de junio
Fábula: “El búho y los pajaritos impacientes”
Había una vez un grupo de pajaritos que vivían en un gran bosque. Eran curiosos, alegres y hablaban mucho entre ellos. Pero había algo que siempre les molestaba: no entendían por qué el búho, que era sabio y callado, nunca les contaba todo lo que sabía.
Un día, los pajaritos se acercaron al búho y le preguntaron:
—¡Búho! ¡Tú sabes muchas cosas! ¿Por qué no nos cuentas todo de una vez?
El búho los miró con paciencia y dijo:
—Porque todavía no estáis listos. Algunas cosas necesitan tiempo para ser entendidas. No todo se aprende en un solo día.
Los pajaritos bufaron un poco, pero se fueron volando.
Pasaron los días y una gran tormenta llegó al bosque. Los pajaritos no sabían dónde refugiarse. Asustados, fueron a buscar al búho.
—¡Búho, ayúdanos! ¿Dónde podemos estar a salvo?
El búho los guio hacia una cueva protegida que solo él conocía. Allí, secos y seguros, los pajaritos entendieron que el búho no guardaba secretos por egoísmo, sino porque los quería enseñar en el momento justo.
Desde entonces, escuchaban al búho con más atención, sabiendo que siempre les contaría lo necesario… cuando estuvieran preparados.
PARA PENSAR: ¿Te ha pasado alguna vez que querías entender algo rápido, pero no lo conseguías? ¿Alguna vez un adulto (mamá, papá, profe) te dijo: “más adelante lo entenderás”? ¿Cómo te sentiste? ¿Crees que está bien aprender algunas cosas poco a poco?
Jesús, como el búho de esta historia, también habla con amor y paciencia. Él no nos lo dice todo de golpe, porque sabe que no siempre estamos listos para entender.
Por eso nos regala al Espíritu Santo, que es como un guía dentro de nosotros. Nos acompaña cada día, nos da luz cuando estamos confundidos y nos enseña lo que necesitamos aprender en el momento justo.
No tenemos que saberlo todo ya. Solo tenemos que confiar.
ORACIÓN GUIADA o PETICIÓN: Jesús, ayúdame a escucharte con el corazón, a tener paciencia para aprender y a seguir siempre el camino del bien. Enséñame a confiar en ti y a dejarme guiar por tu Espíritu Santo. Amén.

28 MIERCOLES “UNA CARTA”
Querido verano:
No me puedo creer que al final hayas
llegado. Después de un curso donde
hemos aprendido muchas cosas nuevas,
nos hemos relacionado con nuevos
compañeros, hemos disfrutado, hemos
reído incluso en algún momento llorado... Pero al final has llegado. Ya sabes que
eres muy deseado, porque es una época de descanso, de relacionarse con
amigos que vemos menos y pasar más tiempo con la familia, de leer o estar más
tiempo en la calle.
Tenemos ganas de dejar de lado la rutina del despertador, los deberes, las
prisas, cargar la mochila de libros... ¡Ya es hora de cargar la mochila para la
playa, el parque, la piscina, el río, la montaña...!
Ojalá, durante estos dos meses nos cargues las pilas de energía positiva, nos
hagas sentir bien y portarnos mejor.
Espero que cuides a mis compañeros y profesores. Y que ellos disfruten un
montón también.
Es hora de decir adiós a este curso, para dentro de dos meses volver a decir
hola.
1. ¿Cómo te has sentido este curso? ¿Qué es lo que más te ha gustado? ¿Y lo
que menos?
2. ¿Tienes ganas de descansar? ¿Por qué?
3. ¿Qué es lo que más te apetece hacer esta temporada descanso?
