Oración de la
mañana
Miércoles de fábula
Miércoles 6 de abril
LA ZORRA Y LA CIGÜEÑA
Cuenta la historia que una zorra invitó a una cigüeña a comer en su casa, pero cuando esta llegó, se encontró con que la zorra había servido sopa en platos hondos. De ese modo, se aseguraba que la cigüeña no pudiera comer.
La cigüeña se entristeció, pero no dijo nada. A la primera oportunidad, convidó a la zorra a su casa. Esta vez, le sirvió jigote en un recipiente de cuello largo y estrecho, en el que la zorra no podía meter su hocico. La zorra no pudo más que resignarse, mientras la cigüeña decía:
—Amiga, me hiciste pasar hambre deliberadamente cuando me invitaste a tu casa, y hoy has sido tratada de la misma manera en que me trataste.
Moraleja
Trata a los demás como deseas que te traten a ti, y si no lo haces, luego no te quejes de las consecuencias.
La fábula de la zorra y la cigüeña de Esopo es un clásico de la literatura universal. La zorra representa a las personas que aparentan una falsa generosidad, pues realmente no desean compartir sus bienes con los demás, sino mostrar su superioridad. En este caso, la zorra actúa como una mala amiga y humilla a su compañera, la cigüeña, para darse aires de importante.
Por su parte, la cigüeña actúa de forma racional, sin dejarse llevar por la rabia. Sabiendo que la zorra no va a entender por medio de palabras, le hace sentir en carne propia el malestar que le causó. De este modo, la zorra aprende dos cosas: primero, que sus malas acciones causan dolorosas e innecesarias heridas; segundo, que sus malas acciones traen malas consecuencias.
Así, el mensaje de la cigüeña es claro y conocido por todos: no hagas a los demás lo que no deseas que te hagan a ti. Esta enseñanza se conoce como la regla de oro.
Miércoles 13 de abril
El lobo con piel de oveja
Pensó un día un lobo cambiar su apariencia para así facilitar la obtención de su comida. Se metió entonces en una piel de oveja y se fue a pastar con el rebaño, despistando totalmente al pastor.
Al atardecer, para su protección, fue llevado junto con todo el rebaño a un encierro, quedando la puerta asegurada.
Pero en la noche, buscando el pastor su provisión de carne para el día siguiente, tomó al lobo creyendo que era un cordero y lo sacrificó al instante.
Moraleja
Según hagamos el engaño, así recibiremos el daño.
Esta tradicional fábula de Esopo se centra en el personaje del lobo, su protagonista. El lobo busca engañar a los demás para obtener beneficios, pero en su ambición desmedida, no se percata de los peligros a los que se expone.
Queriendo hacer pasar al pastor por tonto para robarle una oveja, termina cayendo víctima de su propia trampa. De este modo, la fábula del lobo con piel de oveja nos enseña que el tramposo siempre sufrirá las consecuencias de sus engaños.
19 ABRIL
Cuento: “LA CARA PERFECTA”
Había una vez un muñeco de papel que no tenía cara. Estaba perfectamente recortado y pintado por todo el cuerpo, excepto por la cara. Pero tenía un lápiz en su mano, así que podía elegir qué tipo de cara iba a tener ¡Menuda suerte! Por eso pasaba el día preguntando a quien se encontraba:
- ¿Cómo es una cara perfecta?
- Una que tenga un gran pico - respondieron los pájaros.
- No. No, que no tenga pico -dijeron los árboles-. La cara perfecta está llena de hojas.
- Olvida el pico y las hojas -interrumpieron las flores- Si quieres una cara perfecta, tú llénala de colores.
Y así, todos los que encontró, fueran animales, ríos o montañas, le animaron a llenar su cara con sus propias formas y colores. Pero cuando el muñeco se dibujó pico, hojas, colores, pelo, arena y mil cosas más, resultó que a ninguno le gustó aquella cara ¡Y ya no podía borrarla!
Y pensando en la oportunidad que había perdido de tener una cara perfecta, el muñeco pasaba los días llorando.
- Yo solo quería una cara que le gustara a todo el mundo- decía-. Y mira qué desastre.
Un día, una nubecilla escuchó sus quejas y se acercó a hablar con él:
- ¡Hola, muñeco! Creo que puedo ayudarte. Como soy una nube y no tengo forma, puedo poner la cara que quieras ¿Qué te parece si voy cambiando de cara hasta encontrar una que te guste? Seguro que podemos arreglarte un poco.
Al muñeco le encantó la idea, y la nube hizo para él todo tipo de caras. Pero ninguna era lo suficientemente perfecta.
- No importa- dijo el muñeco al despedirse- has sido una amiga estupenda.
Y le dio un abrazo tan grande, que la nube sonrió de extremo a extremo, feliz por haber ayudado. Entonces, en ese mismo momento, el muñeco dijo:
- ¡Esa! ¡Esa es la cara que quiero! ¡Es una cara perfecta!
- ¿Cuál dices? - preguntó la nube extrañada - Pero si ahora no he hecho nada...
- Que sí, que sí. Es esa que pones cuando te doy una abrazo... ¡O te hago cosquillas! ¡Mira!
La nube se dio por fin cuenta de que se refería a su gran sonrisa. Y juntos tomaron el lápiz para dibujar al muñeco de papel una sonrisa enorme que pasara diez veces por encima de picos, pelos, colores y hojas.
Y, efectivamente, aquella cara era la única que gustaba a todo el mundo, porque tenía el ingrediente secreto de las caras perfectas: una gran sonrisa que no se borraba jamás.
Preguntas:
¿Cómo sería tu cara perfecta?
¿Cuál es la cara perfecta de tu mejor amigo?
¿Crees que solo hay una cara perfecta?
26 ABRIL
CUENTO: LOS PALILLOS LARGOS
Cierto día, un sabio visitó el infierno. Allí vio a mucha gente sentada en torno a una mesa ricamente servida. Estaba llena de alimentos, a cuál más apetitoso y exquisito. Sin embargo, todos los comensales tenían cara de hambrientos y el gesto demacrado. Tenían que comer con palillos, pero no podían porque eran unos palillos tan largos como un remo. Por eso, por más que estiraban su brazo, nunca conseguían llevarse nada a la boca.
Impresionado, el sabio salió del infierno y subió al cielo. Con gran asombro, vio que también allí había una mesa llena de comensales y con iguales manjares. En este caso, sin embargo, nadie tenía la cara desencajada; todos los presentes lucían un semblante alegre; respiraban salud y bienestar por los cuatro costados. Y es que allí, en el cielo, cada cual se preocupaba de alimentar con los largos palillos al que tenía enfrente.
Quien no es capaz de mirar más allá de la punta de su nariz no podrá ser capaz de entender lo que ocurre con los demás. Es importante mirar las cosas desde la perspectiva de los demás, además de la nuestra.
Preguntas:
¿Conoces las dificultades o problemas con los que se enfrentan las personas que están contigo?
A veces nos quejamos de que los demás no se fijan en nosotros y no les importan nuestros problemas pero... ¿qué hacemos nosotros?
¿Qué estás dispuesta/o a hacer hoy para demostrar a quienes conviven contigo que "te importan" como personas y que eres capaz de salir de ti misma/o para comprender y ayudar, ser más solidaria/o con quienes te rodean?