Oración de la
mañana
Miércoles de fábula
MIÉRCOLES 11 La luz prestada.
En un pequeño taller de la antigua China, la luz de las lámparas de aceite no solo disipaba la oscuridad, sino que también revelaba la verdadera naturaleza de los corazones. Cada obrera, como un sol diminuto, aportaba su luz a la estancia, excepto una, cuya pobreza le impedía comprar aceite. Sin embargo, su contribución era otra: llegaba antes que nadie para barrer y preparar los asientos, ofreciendo comodidad a cambio de compartir la luz prestada.
Un día, las voces de descontento se alzaron como un viento frío. «Si no traes tu propia luz, no puedes permanecer entre nosotras», dijeron. La mujer, con la dignidad que da la necesidad, respondió: «¿Acaso no ilumina mi esfuerzo vuestro trabajo? ¿No es justo que la luz de vuestras lámparas bañe también mis manos laboriosas?»
La sabiduría de sus palabras, como un bálsamo, calmó los ánimos y las obreras, tocadas por la varita de la empatía, comprendieron que la solidaridad no es una moneda de cambio, sino un regalo que enriquece a quien lo da y a quien lo recibe.
Moraleja de la fábula china
«La claridad llega cuando la luz de la comprensión ilumina nuestras acciones.»
Reflexión: La fábula nos muestra que la empatía es fundamental para entender las situaciones de los demás. La mujer pobre del relato, a pesar de su incapacidad para contribuir con aceite para la lámpara, aporta de otra manera al bienestar de todos. Esto nos enseña que cada persona, independientemente de su situación económica, tiene algo valioso que ofrecer a la comunidad.
Pidamos para este nuevo curso que Jesús nos ayude a comprender más a los demás y ser más justos cuando hablemos y actuemos.
A TU AMPARO Y PROTECCIÓN.
MIÉRCOLES 18:
Paseaba un mago indio por un bosque, al anochecer, cuando vio acercarse una lechuza. El ave llevaba un pequeño ratón en el pico, pero al llegar donde él estaba, se asustó y soltó su presa. El mago entonces, que era muy compasivo, corrió a socorrer al pequeño roedor y se dio cuenta de que era una ratoncita. Después de curarla, la transformó en una hermosa joven. Decidió hacer algo más por ella:
– Debes saber que soy un mago con mucho poder. Si lo deseas, te buscaré esposo. ¿Con quién te gustaría casarte?
Después de pensar un rato, la chica dijo:
– Con el ser más poderoso del mundo.
– ¿El más poderoso, dices? Entonces tendrá que ser el sol. No creo que haya nadie más poderoso que él.
Pero al pedir al sol que se casara con la joven, el astro rey respondió:
– No soy el más poderoso. De hecho, una simple nube puede cubrirme por completo.
– ¡La nube! De acuerdo, se lo pediré a ella- dijo el mago.
Pero la nube, sorprendida, dijo:
– Estás equivocado, mago, yo no soy el ser más poderoso. El viento es capaz de arrastrarme donde quiera…
El mago fue en busca del viento, dispuesto como estaba a encontrar esposo para su pupila. Pero el viento también ofreció oposición:
– No es que no desee casarme con la joven, pero yo no soy el más poderoso. La montaña es capaz de pararme.
Y el mago fue a hablar con la montaña, quien le dijo:
– No creas que yo soy el más poderoso, amigo. ¿Ves ese pequeño ratón que ha cavado una madriguera en mi roca? Él es más poderoso que yo, pues sin pedirme permiso, creó en mí su hogar.
El indio entonces se lo contó a la joven, quien aceptó a transformarse de nuevo en ratona. Se casó con el ratón de la montaña y fueron ambos muy felices.
Reflexión: ¿Te gusta cómo eres?, ¿alguna vez te has disfrazado de otro personaje que te gustaría ser o imitar? ¿Te has encontrado bien actuando como otro o te ha costado? ¿Crees que vales mucho más que los demás?
No existe sobre la Tierra el hombre más poderoso del mundo… Nadie es más que nadie. Esta fábula india, con este mismo título, ‘El ser más poderoso del mundo’, nos recuerda que no podemos cambiar nuestra naturaleza. Al final, aunque intentemos cambiar nuestra forma exterior, seguiremos siendo los mismos. Pedimos que sepamos agradecer lo que somos y tenemos para poder mostrar a los demás que somos todos diferentes pero necesarios. PADRENUESTRO.
MIÉRCOLES 25:
EL ARTE DE LA PACIENCIA es una historia que nos habla de lo que nos sucede en ocasiones cuando queremos todo al instante y no sabemos esperar.
VER: https://youtu.be/DtCaNFwpho0?si=qxv_XKl13V2e1Z80
PENSAR. Una pregunta para tí:
¿Eres de los que tenemos que llamarles "YA, YA" porque no saben esperar?
¿Te ha ocurrido alguna vez insistir en algo que quieres y no conseguirlo en el momento? ¿Sientes que lo que pides hay que dártelo al instante?
Quizás hayas respondido afirmativamente. Plantéate que más de una vez te tendrás que ir con las manos vacías porque cada cosa tiene su momento y tenemos que aprender a valorar el tiempo de otros o la realidad que puede ser no conseguir lo que deseamos. Pidamos ser pacientes para encontrar lo necesario a punto sin que nos agobie.