Oración de la
mañana
Miércoles de fábula
“El tesoro escondido” – Valiván.
Infantil, 1º, 2º y 3º EPO:
VÍDEO: audiocuentosinfantiles.com “El tesoro escondido”
– 4º, 5º Y 6º:
Jueves, 13 de octubre
Cuantas veces sentimos que no podemos más, que estamos solos en muchas
situaciones… ¿Alguno ha necesitado tener a alguien a su lado en un momento difícil?
¿Alguno a sentido que todo lo que hace, lo hace mal? Los cristianos tenemos la suerte
de tener a Jesús a nuestro lado, que seguro que alguna vez hemos pensado que ni lo
vemos ni lo podemos tocar y que eso no es tenerlo cerca pero en realidad es tenerlo
más cerca de lo que pensamos y nos ayuda en nuestro camino siempre que se lo
pedimos.
Los gallos y la perdiz
Un campesino que tenía un corral lleno de gallos
compró también una perdiz y los puso a vivir juntos.
Los gallos no tardaron en empezar a hacerle la vida
imposible, y la perdiz creía que era por ser de
diferente especie. Sin embargo, un día vio como los
gallos se peleaban entre sí y entendió que era su
naturaleza.
Esta fábula nos enseña a analizar el ambiente donde
nos metemos y a entender que en ocasiones
tenemos que ir con cuidado.
¿Alguna vez te has sentido así? ¿Eres gallo-gallina o
perdiz? ¿ Te has puesto alguna vez en lugar de la perdiz?
ORACIÓN
Jesús, tú fuiste diferente, atrevido…¡gracias! Hoy
nosotros queremos ser diferentes y aportar cosas
distintas a la sociedad. Ser respetuosos con todos, tal y
como tu, Jesús acogías a todos sin fijarse en sus
características.

MIÉRCOLES, de fábula
Gaspar era un burrito muy simpático y divertido. No le temía a nada ni a nadie. Tenía un
carácter jovial, alegre, era especial, diferente a los demás burritos.
Por ser diferente todos los animales lo miraban con desconfianza, y hasta con temor. ¿Por
qué era diferente? Cuando nació era totalmente de color blanco; sus cejas, sus ojos, sus uñas,
el pelaje, el hocico, todo era blanco. Hasta su mamá se sorprendió al verlo.
El respeto de los niños a la diversidad
Gaspar tenía dos hermanos que eran de color marrón,
como todos lo burritos. Su familia a pesar de todo, lo
aceptó tal cual era. Gaspar era un burrito albino. A
medida que fue creciendo, él se daba cuenta que no era
como los demás burros que conocía. Entonces le
preguntaba a su mamá por qué había nacido de ese
color. Su mamá le explicaba que el color no hace mejor
ni peor a los seres, por ello no debía sentirse preocupado.
- Todos somos diferentes, tenemos distintos colores, tamaños, formas, pero no olvides,
Gaspar, que lo más importante es lo que guardamos dentro de nuestro corazón, le dijo su
mamá.
Con estas palabras, Gaspar se sintió más tranquilo y feliz. Las margaritas al verlo pasar decían:
- ¡Parece una nube que se cayó del cielo, o mejor un copo de nieve cayendo sobre el pastizal, o
una bola de algodón gigante!
Las rosas, por su lado opinaban:
- ¡es la luna nueva que cayó a la tierra y no sabe volver!
Un día cuando salió a pasear, en el camino se encontró con un zorro que le dijo:
- Burro, que pálido eres, deberías tomar sol para mejorar tu aspecto.
- Yo tomo luna, por eso soy blanco, me lo dijo un cisne que nadaba en la laguna, respondió el
burrito inocentemente.
- ¡Qué tonto eres! Jajaja, eso de tomar luna, es muy chistoso, jajaja, se burlaba el astuto zorro.
Gaspar no entendía dónde estaba el chiste, porque él se creyó eso de tomar luna. Siguió su
camino, pensando en lo que le había dicho el zorro. Entonces decidió recostarse sobre la fresca
hierba bajo el intenso sol de verano. Transcurrieron unas horas en las cuales, Gaspar, se había
quedado dormido.
Después de un rato se despertó, tan agobiado y muerto de calor que corrió a refrescarse en la
laguna. Cuando salió del agua, observó su imagen reflejada en ella y una triste realidad, su
pelaje seguía blanco como siempre. El cisne lo había engañado. Los cisnes que lo miraban se
reían de él.
- Que tonto eres, ¿crees que poniéndose al sol tu pelaje cambiará de color?, se burlaban.
Gaspar siguió su camino, y de repente encontró frente a sus ojos, un paisaje muy bello que lo
dejó atónito. Se encontró en su lugar, su mundo. Todo era blanco, como él. Se metió más y
más, y empezó a reír y reír. Estaba rodeado de jazmines, todo blanco y con un aroma
embriagador.
- Gaspar, ¿Qué vienes a hacer por aquí?, le preguntaron los jazmines.
- Aparecí de casualidad, no conocía este sitio, le contestó Gaspar.
- Cuando te vimos de lejos supimos que eras tú. Oímos hablar de ti, los gorriones y las
mariposas nos contaron tu historia. No debes sentirte triste por tu aspecto, míranos a
nosotros, deberíamos sentirnos igual, y sin embargo tenemos algo que nos identifica, que no
se ve, pero se siente, es el hermoso perfume que emanamos, que es único y hace que todos
los días nos visiten cientos de mariposas y pájaros, tan bellos como nunca vimos.
Comparten todo el día con nosotros y no les importa si somos blancos o de otro color. Tú
también tienes algo que es más importante que tu color, que se percibe. Es tu bondad y
alegría. Cualidades que hacen que tengas muchos amigos verdaderos. Debes aceptarte tal cual
eres, para que te acepten los demás, le animaron los jazmines.
Gaspar, recordó las palabras de su mamá. Desde ese día se aceptó como era, y cosechó
muchos más amigos que no lo miraban por su aspecto, sino por lo que guardaba en su gran
corazón.
ORACIÓN:
Gracias Padre Dios porque eres muy creativo
y nos has hecho a todos diferentes.
Gracias porque soy como soy.
Gracias porque mis compañeros tienen muchas cosas buenas, como yo.
Y cada uno es para Ti, lo más bonito que has creado.
Ayúdame a aceptar a todos como son
porque lo mejor es lo que guardamos en nuestro corazón.