Oración de la
mañana
Lunes de buenas noticias - Evangelio del Domingo
LUNES 9 - SEPTIEMBRE
El primer día de la semana nos trae la buena noticia durante todo el curso. Hoy nos toca conectar con la Buena Noticia de nuestro amigo Jesús. ¿Te has acordado de Él este verano? ¿Has llevado en tu mochila, en tu corazón las palabras y oraciones que nos invita a compartir y a vivir.
Ayer las lecturas que se leyeron en misa nos dicen que le pidamos para este año que nos abra (EFFETA= ABRETE) los oídos, para no perdernos las grandes historias que nos cuenta y nos van a suceder, y que abramos nuestra boca para poder decir palabras bonitas hacia los que nos rodean. Escucha la palabra que leemos y pídelo a Jesús que te anima a ser su amigo y contar con Él, a abrir tu corazón para sacar la LUZ. FELIZ CURSO.
Del Evangelio según San Marcos (Mc 7, 31-37)
En aquel tiempo, dejando Jesús el territorio de Tiro, pasó por Sidón, camino del lago de Galilea. Y le presentaron un sordo que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga las manos. El, apartándolo de la gente a un lado, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Y mirando al cielo, suspiró y le dijo: -Effetá (esto es, "ábrete"). Y al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y hablaba sin dificultad. El les mandó que no lo dijeran a nadie; pero cuanto más se lo mandaba, con más insistencia lo proclamaban ellos. Y en el colmo del asombro decían: -Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos. PALABRA DE DIOS.
EVANGELIO LUNES 16 SEPTIEMBRE
Lectura del santo evangelio según san Marcos 8, 27-35
Como Jesús hacía cosas tan sorprendentes, todo el mundo hablaba de él. Un día, intrigado, les dijo a sus amigos: «¿Qué habéis oído por ahí? ¿Quién cree la gente que soy?» Ellos le contestaron: «Verás, hay gente que dice que eres un profeta, como los profetas antiguos que hablaban en nombre de Dios. Incluso hay quien dice que eres Juan Bautista, que ha vuelto». Lo decían porque el rey Herodes había mandado matar a Juan Bautista, el primo de Jesús.
Entonces, Jesús, les preguntó a ellos: «Y vosotros, que me conocéis tan bien, ¿quién creéis que soy?» Pedro ni lo dudó: «Tú eres el Mesías». El Mesías era para los judíos el enviado de Dios para traerles la libertad. Pero los judíos pensaban que iba a ser como un líder muy poderoso. Así que Jesús le dijo: «Tienes razón, pero tenéis que saber que el Mesías no va a ser ni el más rico, ni el más fuerte, ni el más violento. Al revés, tendrá que sufrir, hasta morir y resucitar». Pedro, al oír eso, interrumpió: «Ni hablar, Jesús, no dejaremos que mueras». Entonces Jesús le mandó callar: «No te enteras, Pedro. Que Dios no quiere poder y fuerza, sino amor». Entonces siguió explicándoles, y les decía: «El que quiera venir conmigo, que no sea un orgulloso ni un egoísta, que acepte su cruz y me siga. Que la vida no es para guardarla en una caja fuerte, sino para regalarla a los otros». PALABRA DE DIOS.
REFLEXIÓN:
Jesús lleva un tiempo conviviendo con sus discípulos, pero hoy, sin rodeos les hace una pregunta que sorprende a todos. Es muy extraño que tu amigo, con el que pasas todos los días te pregunte si sabes quién es. A tí hoy también, Él que es tu amigo, te pregunta, ¿quién dices tú que soy yo? Trata de responder con una palabra que explique quién es Jesús para tí.
UN NIÑO LEE (los demás responden las peticiones)
Gracias Jesús por ayudarme a conocerte, no sabía que para tí es tan importante que yo sepa quién eres. Gracias Jesús por aceptarme y quererme como soy, aunque a veces, como Pedro, no entienda nada de lo que quieres decirme.
Ayúdame a esforzarme para seguirte y no guardar mi vida para mí, sino darla a los demás. TODOS: Para poder hacer todo esto, te pido, Jesús, amigo, ayúdame.
Jesús me comprometo a llevar la alegría en el pensamiento, pensar con esperanza y generosidad. TODOS: Jesús, amigo, ayúdame.
Me comprometo a ser más paciente en mis gestos, a escuchar antes de contestar. TODOS: Jesús, amigo, ayúdame.
Me comprometo a llevar la justicia en las obras, sembrar paz y amor. TODOS: Jesús, amigo, ayúdame.
EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO. AMÉN.
EVANGELIO LUNES 24 SEPTIEMBRE
Lectura del santo evangelio según san Marcos 9, 30-37
Jesús a veces se desesperaba con los discípulos, porque no entendían nada de lo que les enseñaba. Como un día, que les explicaba que le iba a tocar pasarlo mal. Les contaba que le iban a perseguir, y hasta llegarían a matarlo por lo que hacía. Y mientras él les hablaba de estas cosas, ellos, en lugar de intentar entender, estaban preocupados a ver quién era más importante, quién iba a ser más poderoso y más respetado en el reino de Jesús.
Jesús, entonces, les interrumpió, y les dijo que el que quiera ser el primero tiene que hacerse el último. Ellos le miraban y no parecían muy convencidos. Entonces, Jesús puso a un niño en el medio y les dijo que hay que saber acoger a los niños. Es porque ellos estaban pensando siempre en relacionarse con los poderosos, en los jefes, en los sabios… y en cambio Jesús les invitaba a relacionarse con los más sencillos, los que menos poder tienen.
PALABRA DE DIOS.
Reflexión
Nuestro mundo siempre ilumina a los más fuertes, los más ricos, los más poderosos. Los cantantes más famosos que triunfan, los futbolistas que más ganan, los equipos que quedan los primeros…, pero Jesús NO, tú iluminas a las personas más sencillas, y ¿quiénes pueden ser hoy esas personas tan sencillas? : Los niños inocentes, las personas que van de país en país buscando una vida mejor, las personas ancianas que están solas, los que dedican su tiempo en ayudar a otros…, ellos son para Ti los PRIMEROS.
Nosotros a veces pensamos que el primero es el más listo de la clase, el que más corre en Educación Física, el que mejores notas saca o incluso el que más amigos tiene. Jesús nos invita a ser los primeros de otra forma. A ver si hoy adivinas quiénes son los primeros para Jesús. Preguntamos a los niños:
¿Los humildes (primeros), los presumidos (últimos).?
¿Los generosos (primeros), los egoístas (últimos).?
¿Los que sirven (primeros), los que exigen (últimos).?
¿Los que abrazan (primeros), los que insultan (últimos).?
¿Los que agradecen (primeros), los que no agradecen (últimos).?
¿Los que comparten (primeros), los que acaparan (últimos).?
PADRENUESTRO.
EVANGELIO LUNES 30 SEPTIEMBRE
Lectura del santo Evangelio según San Marcos 9, 38-43. 45. 47-48
Había un hombre intentando curar a otro, y decía que lo hacía en nombre de Jesús. Como no era del grupo de sus amigos, Juan le mandó callar. Pero Jesús le dijo a Juan: «No seas así, hombre. ¿No ves que todos podemos intentar hacer el bien? Y todo el que quiera puede sumarse a mi proyecto».
Y aprovechó para explicarles que también hay gente que, al contrario, elige hacer el mal. En realidad, todos tenemos esa batalla, entre hacer el bien y el mal. Así que Jesús les explicaba que hay que luchar por hacer el bien y pelear contra el mal. Les puso un ejemplo: «Si tu pie te va a llevar en una mala dirección, es mejor que te lo cortes». Le miraron asustados. Pensaban que lo decía al pie de la letra, pero Jesús se rio, y les explicó que lo que quería decir es que hay que poner los medios en la vida para hacer el bien.
PALABRA DE DIOS.
Cuando tú eras pequeño no sabías caminar y después de intentarlo muchas veces conseguiste ponerte de pie y dar los primeros pasos. Lo mismo nos pasa con otras cosas a lo largo de nuestra vida. Piensa en algo que lo has tenido que repetir una y otra vez para que te salga bien: las sumas, andar en bici, hacer el pino.
Si de mayor también quieres ser bueno como Jesús o como alguien de tu familia, también tienes que practicar mucho. Cada vez que hay un problema en el colegio puedes decidir qué hacer: enfadarte mucho y pegar o hablar las cosas tranquilamente, con una bolsa de chuches puedes decidir comértelas tú solo o compartirlas.
Piensa en esa persona buena en la que todos deseamos estar. Mira todo lo que hace bueno e intenta imitarla. Jesús te invita a ser como Él porque te necesita, quiere que siendo así otros te elijan y sean como tú. PÍDESELO. PADRENUESTRO.