Oración de la
mañana
Lunes de buenas noticias - Evangelio del Domingo
Evangelio según San Mateo 21, 28-32
NARRADOR: En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
JESÚS: ¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo:
"Hijo, ve hoy a trabajar en la viña". Él le contestó: "No quiero." Pero después recapacitó y fue.
Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: "Voy, señor", pero no fue.
NIÑO 1: Eso pasa muchas veces. Prometes cosas y no las haces y sin embargo, a veces, dices que no y al final haces lo que te dicen.
JESÚS: ¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre?
NIÑO 2: Está claro que el primero, que dijo que no, pero después lo hizo.
NARRADOR: Jesús les dijo:
JESÚS: Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios.
NIÑO 1: Señor, ¿por qué nos dices estas cosas?, ¿qué hemos hecho mal?
JESÚS: Mirad, vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia, y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no recapacitasteis ni le creísteis.
NIÑO 2: Ahora voy entendiendo lo que nos quieres decir. Quieres que aprendamos a pedir perdón y cambiemos de actitud. Que hagamos las cosas, no porque estén mandadas, sino por amor.
PALABRA DE DIOS.
VÍDEO:
https://www.youtube.com/watch?v=-8i_dGYcmwA
REFLEXIÓN
Jesús está hablando con los líderes que son los que el pueblo seguía, pero que además buscaban hacer daño a Jesús y acabar con Él.
Jesús pone delante dos formas de comportarse. Por un lado la actitud del que quiere quedar bien pero después no lleva a cabo lo que ha prometido; por otro lado, la del que dice al principio «no quiero», pero después hace caso.
Les dice que algunos grupos de personas más débiles y que a veces otros no les quieren, para Él van por delante de ellos en el camino hacia Dios, porque están dispuestos a cambiar.
Pensamos: Quizá a nosotros también nos moleste que Dios quiera despertarnos, hacernos pensar si actuamos de verdad, sin mentir. Quizá nuestra respuesta sea también:«sí, Señor, lo que tú quieras», para luego seguir igual.
Jesús quiere que hagamos las cosas, no porque estén mandadas, sino por amor. Lo que de verdad importa no es lo que decimos, sino lo que hacemos después.
Juntamos nuestras manos. Vamos a pedirle en esta mañana que hagamos las cosas de verdad, con cariño, escuchando a los profesores para que cada día estemos más cerca de conocer a Jesús.
Lectura del santo evangelio según san Lucas 10,25-37
En aquel tiempo, se levantó un maestro de la ley y preguntó a Jesús para ponerlo a prueba:
«Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?».
Él le dijo:
«¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?».
El respondió: «“Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza” y con toda tu mente. Y “a tu prójimo como a ti mismo”».
Él le dijo: «Has respondido correctamente. Haz esto y tendrás la vida».
Pero el maestro de la ley, queriendo justificarse, dijo a Jesús: «¿Y quién es mi prójimo?».
Respondió Jesús diciendo: «Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio un rodeo y pasó de largo.
Pero un samaritano que iba de viaje llegó a donde estaba él y, al verlo, se compadeció, y acercándose, le vendó las heridas, echándoles aceite y vino, y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y le dijo: “Cuida de él, y lo que gastes de más yo te lo pagaré cuando vuelva”. ¿Cuál de estos tres te parece que ha sido prójimo del que cayó en manos de los bandidos?». Él dijo: «El que practicó la misericordia con él».
Jesús le dijo: «Anda y haz tú lo mismo». PALABRA DE DIOS.
REFLEXIONAMOS JUNTOS: ¿Dónde ves hoy divisiones en la sociedad? ¿Puedes percibir en ocasiones que ante un hecho te dice Jesús: “Vete y haz misericordia”?
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Jesús también nos invita a que seamos como el dueño del albergue: “cuídalo”.
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¿A quién me está encargando hoy Jesús que cuide? ¿A mis padres, a mis hermanos, amigos, compañeros de clase, los más necesitados…? ¿Cómo voy con esta tarea, pienso en sus necesidades o sólo en las mías?
LUNES 14
VÍDEO:
https://www.youtube.com/watch?v=FyewSJtTMQY
EVANGELIO: San Marcos 10, 17-30
“En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: - Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le contestó: - ¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre. El replicó: - Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño. Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo: - Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres - así tendrás un tesoro en el cielo-, y luego sígueme. A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico. Jesús , mirando alrededor, dijo a sus discípulos: - ¡Qué difícil va a ser a los ricos entrar en el Reino de Dios! Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió: - Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el Reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el Reino de Dios. Ellos se espantaron y comentaban: - Entonces, ¿quién puede salvarse? Jesús se les quedó mirando y les dijo: - Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo.”
REFLEXIÓN:
Para vivir con dignidad basta con hacer el bien y evitar el mal, es decir, ser personas justas. Pero para ser amigo de Jesús, además, hay que renunciar a toda ambición que nos lleva a acumular propiedades y riquezas dando la espalda a tantas personas que necesitan de nuestro compartir. Algo de todo esto le dice Jesús a un rico que se le acercó y quiso saber qué podía hacer para ser feliz.
ORACIÓN:
-Dios mío, hoy como siempre sigues llamando a hombres y mujeres a servirte.
-Tú quieres acercarnos a la verdadera riqueza, capaz de dar la plena felicidad. Guíanos y danos tu gracia para ser generosos y generosas.
Te pedimos por todas las vocaciones. -Ábreles el corazón para que no se apeguen a los bienes terrenales y dales la gracia especial de sentir la mirada amorosa de tu Hijo
-Señor, que la única riqueza de nuestra vida entera seas tú!
Lectura del santo evangelio según san Mateo 22, 15-21
En aquel tiempo, los fariseos se retiraron y llegaron a un acuerdo para comprometer a Jesús con una pregunta. Le enviaron unos discípulos, con unos partidarios de Herodes, y le dijeron: - Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad; sin que te importe nadie, porque no te fijas en las apariencias. Dinos, pues, qué opinas: ¿es lícito pagar impuesto al César o no? Comprendiendo su mala voluntad, les dijo Jesús: - ¡Hipócritas!, ¿por qué me tentáis? Enseñadme la moneda del tributo. Le presentaron un denario. Él les preguntó: - ¿De quién son esta cara y esta inscripción? Le respondieron: - Del César. Entonces les replicó: - Pues pagadle al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios. PALABRA DE DIOS.
PEDIMOS para que Dios nos dé sabiduría para distinguir las normas que pertenecen a una civilización y hay que cumplir, y los regalos que como personas hemos recibido y podemos ponerlos a disposición de los demás siguiendo los valores de Jesús. Rezamos el PADRENUESTRO.
Lectura del santo evangelio según san Mateo (22,34-40):
En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?»
Él le dijo: «"Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser." Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas.» PALABRA DE DIOS